Ibercaja mejora las condiciones del ERE: propone recortar las salidas de empleados de 790 a 750
La crisis del coronavirus ha asestado un golpe sin precedentes al sector bancario español, que se ha lanzado a establecer una serie de estrategias para ahorrar costes. Un escenario que ha llevado a Ibercaja a preparar despidos y cierres de oficinas que en un principio iban a afectar a 790 trabajadores y 220 sucursales bancarias.
La dirección del banco ha ofrecido bajar la edad de las personas que pueden acogerse al expediente de regulación de empleo (ERE) en los territorios donde hay más «excedente» o falta más gente en las sucursales bancarias, hasta llegar a los 55 años en algunas de las situaciones.
La entidad bancaria con sede social en Zaragoza ha propuesto este viernes a la representación de trabajadores que el expediente de regulación de empleo (ERE) afecte a un total de 750 personas, en vez de a las 790 iniciales. También han planteado que los cierres de sucursales bancarias también se reduzcan, de 220 a 208, por los efectos derivados de la pandemia.
Una situación que llega después de que se aplazase otro ERE que estaban negociando la entidad con una propuesta inicial de la dirección de Ibercaja que iba a suponer el cierre de más de 160 oficinas y el finiquito para 550 empleados, que frenó los efectos económicos de la crisis del coronavirus.
Ibercaja es una de las entidades bancarias con más sobrecarga de sucursales con 6,6 oficinas por cada 10.000 clientes.
No obstante, Ibercaja no ha mejorado las condiciones económicas de las salidas que continúan siendo inferiores a las pactadas en el expediente de empleo del año 2017. Un escenario ante el que los representantes de los trabajadores han asegurado que «no tiene ningún sentido» porque «balance en mano el banco está mejor que en 2017 y con mejor ratio de solvencia», mientras han incidido en la importancia de garantizar la voluntariedad de las salidas de trabajadores de la entidad.
Mientras, la dirección del banco ha ofrecido bajar la edad de las personas que pueden acogerse al expediente de regulación de empleo (ERE) en los territorios donde hay más «excedente» o falta más gente en las sucursales bancarias, hasta llegar a los 55 años en algunas de las situaciones.
Movilidad geográfica de los trabajadores
Por su parte, la parte sindical ha presentado una propuesta más amplia con el objetivo de conseguir el menor número de salidas de la compañía del sector bancario. «Luego la guinda es que siguen proponiendo que parte del coste del ERE lo asuman los trabajadores que sigan en activo», han lamentado.
La digitalización del sector ha sido uno de los motivos que ha provocado que los grandes bancos españoles preparen expedientes de regulación de empleo para sus trabajadores que se suma a los efectos provocados por el impacto de la crisis del coronavirus.
No obstante, durante las próximas semanas la representación de los trabajadores mantendrá varias reuniones con la dirección del banco para seguir trabajando en propuestas con el objetivo de fijar cuales serán los términos para la movilidad geográfica de los trabajadores.
Motivos del ERE de Ibercaja
La crisis del coronavirus ha empeorado la situación de la compañía bancaria, que ya vivía una situación complicada antes de la declaración del estado de alarma del pasado mes de marzo, cuando la compañía presento un ERE que respondía a razones económicas y organizativas frente a la falta de rentabilidad del sector.
Las presiones sobre la rentabilidad, el aumento de la morosidad de los clientes y la caída de los tipos de interés -que se prevé que siga en negativo hasta 2025 han lastrado aún más la situación que vivía la compañía del sector bancario. Un escenario al que se suma la digitalización del sector, que se ha intensificado desde que la crisis comenzó a dar su primeros coletazos el pasado mes de marzo. En este contexto, el banco ha considerado que es un proceso «totalmente inevitable para abordar la competitividad».
Sobrecarga de oficinas bancarias
En concreto, Ibercaja es una de las entidades bancarias con más sobrecarga de sucursales con 6,6 oficinas por cada 10.000 clientes, según un informe de la consultora estadounidense Bain and Company, donde se establece en base a datos de las compañías, la AEB, la CECA y el Banco de España.
Las ratios tan altos de Ibercaja se deben principalmente a que las zonas tradicionales de implantación de Ibercaja son de la España de interior con bajos niveles de densidad de población y con un tradicional uso de las sucursales bancarias -Aragón, Burgos, Guadalajara, La Rioja y Extremadura-. No obstante, muchas de estas oficinas son muy pequeñas con menos plantilla que otras sucursales situadas en zonas urbanas.