Goldman Sachs y Morgan Stanley descartan que el precio del petróleo suba tras la reunión de la OPEP
Goldman Sachs y Morgan Stanley, coinciden en que el precio del petróleo continuará en el entorno actual de los 50 dólares por barril y que no subirá aunque los productores pacten políticas de actuación conjuntas en su próxima cumbre que se celebrará dentro de un mes en Argelia, que se traduzcan en una reducción o congelación de la producción.
Los dos bancos de inversión americanos creen que el precio en el que se encuentra ahora el oro negro es el adecuado para las circunstancias económicas mundiales y anticipan que pasará lo mismo que ocurrió en abril en la cumbre de Doha (Qatar). En la que los países productores quieren incrementar los precios pero hay socios, como Irán, que lo primero que deben hacer es ganar cuota de mercado perdida por los embargos.
De esta forma, los pata negra de Wall Street descartan que el precio del petróleo vaya a subir en el medio plazo. Morgan Stanley y Goldman Sachs coinciden en que aunque todos los países miembros de la OPEP creen que el precio del petróleo está bajo, muchos de ellos quieren recuperar la cuota de mercado perdida por los embargos y por ello no entrarán en pactos con los otros productores que no han padecido el cierre de sus pozos. Y aunque acuerden implementar una estrategia común, la subida del petróleo no se materializaría hasta transcurrido un año y medio por la dinámica del mercado.
Aunque se congele la producción la bajada no se producirá hasta finales de 2018
De momento, el precio del crudo ha registrado en los últimos tiempos un ligero repunte pasando de los 40 a los 50 dólares el barril en la confianza de que los países OPEP vayan tomando medidas para subir los precios. Tanto Morgan como Goldman creen que toda la mejoría ya se ha registrado y no habrá mayores incrementos ni a corto ni a medio. Para los bancos estadounidenses tanto Irak, Libia y Nigeria han visto mermada su capacidad de bombeo y quieren recuperar a cualquier precio su cuota de mercado.
Por este motivo, aunque hubiese un acuerdo unánime dentro de la OPEP para congelar la producción petrolera, la remontada de precios resultaría insostenible en unos meses. Además, la debilidad de la demanda mundial se toparía con una oferta siempre creciente porque otros países aprovecharían la decisión del cártel internacional para conseguir una mayor cuota de mercado aún con unos precios por barril menos ventajosos.
Damian Courvalin y Jeffrey Currie son los dos estrategas que firman el citado informe en el que llegan a situar en los 52,50 dólares por barril, el máximo que ellos consideran que podría escalar el petróleo para todo el ejercicio 2017. Pero es que si encima en Argelia no se llegan a acuerdos importantes y la producción global sigue a un ritmo de 100.000 barriles al día, el precio objetivo del petróleo podría retroceder hasta los 45 dólares por barril de crudo Brent.
Antes de la cumbre se han realizado serie de declaraciones cuando menos contradictorias. Por un lado, se encuentra Arabia Saudí y varios países de su entorno diciendo que hay que mantener la producción actual pues ellos ya están en rentabilidad, y por otro Venezuela pidiendo un golpe de timón para subir los precios por poco que sea pues están con el agua al cuello.
A la postura de Venezuela ya se han sumado formalmente Ecuador y Kuwait. Otros como Nigeria estarían optando por una tercera vía en la que los países que no habían visto mermada su capacidad de bombeo en los últimos años y habían acaparado la demanda que antes cubrían los pozos de otras naciones sean los que echen el freno para permitir la vuelta a la normal actividad de estos últimos.
Así, los analistas de Morgan Stanley comentan que mientras los inversores “tratan a la OPEP como al banquero central del petróleo y simplemente con enseñar los dientes mueve el mercado y espanta a los cortos”, lo cierto es que el cártel está muy lejos de ejercer este control absoluto que la remontada de precios de los últimos días le confiere, según recoge su propio informe. En Europa, BNP Paribas sostiene la misma tesis que sus homólogos americanos pero en el escenario pesimista. No cree que el crudo suba de los 45 dólares para este año.