El Gobierno y el PNV presionan a CAF para que absorba Talgo después de la entrada de la SEPI y Sidenor


La entrada de la SEPI y del consorcio vasco liderado por Sidenor en el capital de Talgo -pendiente del visto bueno de la CNMV- puede no ser el destino final de la empresa ferroviaria. Según fuentes conocedoras de la situación, los Gobiernos central y vasco están presionando al otro gran fabricante de trenes español, CAF, para que acometa una fusión en una segunda etapa.
Como ha venido informando OKDIARIO, la opción de CAF fue la primera que barajó el Gobierno tras vetar la OPA lanzada por la húngara Ganz-Mavag. Sin embargo, el principal accionista de la empresa, la sindicatura de sus trabajadores (Cartera Social, con el 25% del capital), se negó. Posteriormente, también lo intentó con CriteriaCaixa, pero el Ejecutivo también recibió una negativa.
Tras vetar también la oferta de la polaca Pesa, Moncloa y Ajuria Enea montaron a toda prisa el consorcio de Sidenor, el fondo público vasco Finkatuz y las fundaciones BBK y Vital. Como es sabido, su oferta se quedaba por debajo del 30% del capital para no tener que lanzar OPA, lo que ha provocado que la SEPI, el holding empresarial del Estado, también entre en el accionariado con un 7,85%.
Pero la intención del PNV es que la operación no acabe ahí. Según las fuentes consultadas, el partido nacionalista está presionando a CAF, a través de Kutxabank (dueña del 13,23% del capital) para que acometa una fusión con Talgo en una segunda fase.
La fusión de Talgo y CAF ha sido un deseo del PNV desde hace muchos años, que pretende crear un «campeón vasco» de la fabricación ferroviaria capaz de competir con los gigantes del sector como Alstom y Siemens. Y, en la situación actual, persigue además reducir el peso del «Estado español» en el capital de Talgo, que sería residual en una eventual fusión con CAF.
Las fuentes añaden que, de nuevo, la sindicatura de trabajadores se ha opuesto a la operación. No obstante, el PNV y Kutxabank creen que, una vez que se cierre la operación actual, serán capaces de convencer a la empresa, ya que obtendrá unas enormes sinergias con Talgo y podrá a competir por los grandes concursos internacionales de tú a tú con los gigantes del sector.
Obstáculos a la SEPI
Pero, por el momento, la respuesta es no. Es más, CAF se plantea llevar la entrada de la SEPI en Talgo a Bruselas por constituir ayuda de Estado prohibida por la UE, ya que generaría una situación de competencia desleal.
La posible ayuda de Estado no es el único obstáculo que enfrenta la entrada del consorcio, sino que la CNMV debe aceptar que no hay concertación entre el consorcio de Sidenor y la SEPI, pese a que la operación fue pactada en una reunión al máximo nivel entre Pedro Sánchez y el lehendakari Imanol Pradales. Si el supervisor del mercado aprecia concertación, ambos estarían obligados a lanzar una OPA por el 100% del capital, como las vetadas a Ganz-Mavag y Pesa.
De hecho, algunos accionistas minoritarios de Talgo ya han anunciado su intención de acudir a los tribunales en caso de que el organismo que preside Carlos San Basilio no fuerce la citada oferta sobre el 100% por no apreciar la «evidente concertación» entre el consorcio vasco y la SEPI. Finalmente, el holding pagará con dinero público un precio de 4,25 euros por acción, un 42,4% por encima del cierre de la acción ayer en Bolsa.