Aprobada en 2014

El fracaso de la otra ‘tasa Google’ añade incertidumbre al impuesto para pagar las pensiones

cataluña
Cristóbal Montoro en el Congreso
Carlos Ribagorda

El fracaso de la primera ‘tasa Google’ -o ‘canon AEDE’, en referencia a la patronal de la prensa escrita, que lo exigió- añade incertidumbre a los planes del Gobierno para que un nuevo impuesto tecnológico a empresas como Google o Amazon pague la subida de las pensiones pactada con el PNV para sacar adelante los Presupuestos.

Este nuevo impuesto tecnológico se está ahora negociando implantar en Europa. Pero que esté aprobado este mismo año para que pueda financiar ya la subida del 1,6% de las pensiones este 2018 es un objetivo cada vez más complicado.

Primero, por el difícil funcionamiento de la política de las mayorías europeas y segundo, por los resquicios jurídicos que deja una compleja ley como ésta. Las compañías tecnológicas no se quedarán quietas.

El fracaso de la primera ‘tasa Google’ es un referente. En noviembre de 2014, el Gobierno aprobó una reforma de la Ley de Propiedad Intelectual que incluía un canon a los agregadores de noticias -como Google News-. Respondía así el Ejecutivo a las presiones de la patronal de la prensa, AEDE, hoy rebautizada como AMI, capitaneados por Vocento.

Para hacerla efectiva, el Gobierno nombró a Cedro, asociación de autores y editores, para que se encargara de negociar el pago con estos agregadores. El primer acuerdo, serviría para fijar el precio a los demás.

Fracaso

Cuatro años después, el resultado de esta primera ‘tasa Google’ augura un complejo final para la segunda. Un mes después de aprobada la norma, en diciembre de 2014, Google cerró Google News en España, único país de los grandes del mundo donde ha ocurrido.

Esto provocó que el tráfico de los diarios digitales más pequeños, más favorecidos por Google News, bajara un 12% mientras que los más grandes -apoyados por su potente marca- retrocedieran apenas un 2%.

Pero, además, Cedro no ha conseguido que ningún agregador pague la tarifa. Solo uno, Upday, de la alemana Axel Springer, gran defensor de que en Europa se imponga una ‘tasa Google’ como en España, aceptó pagar a Cedro cinco céntimos por usuario y día. De esta forma, marcaba ya el precio para los demás.

Salvo Upday nadie ha pagado. «Estamos negociando con los demás pero no hay novedades todavía», señala Cedro a este periódico. Meneame se ha resistido de momento y nadie más paga. Además, el pasado 22 de marzo el Tribunal Supremo tumbó el reglamento de fijación de tarifas, por lo que tendrá que redactar uno nuevo.

Con Google News cerrado, sin ningún ingreso para Cedro, y con el tráfico de los diarios pequeños -que se oposieron a su aprobación- a la baja. Así ha terminado la primera ‘tasa Google’ mientras el Gobierno confía en una segunda para pagar las pensiones este mismo año.

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