Atención a los 0,95 dólares

El euro se mantendrá débil al incumplir la UE el objetivo de reservas de gas y comprar más energía en dólares

test de estrés
Estatua del euro en la sede del Banco Central Europeo (Foto: REUTERS).

La Unión Europea instó a los Estados miembros a llegar al invierno con unas reservas de gas del 80% para evitar los cortes de suministro tanto a la población como a la industria, pero en estos momentos el cumplimiento del objetivo está descartado. Los cortes se dan por hecho al constatarse que las reservas están actualmente al 61%. Los cálculos de consultoras especializadas como Wood Mackenzei o Rystad Energy señalan que si los flujos de los gasoductos continúan al 40% de capacidad, o si se detienen por completo, Europa solo podrá rellenar el almacenamiento hasta el 60-69% de capacidad. Los cálculos se traducen en un nuevo golpe para el euro.

El daño no es solo ya en el corto plazo, sino en el invierno cuando los países de la moneda comunitaria se vean obligados a comprar más energía de la esperada en dólares. El mero incremento de las adquisiciones de gas GNL a Estados Unidos, Qatar o Arzebaiyán, entre otros países, devaluará más al euro, tal y como ha sucedido en la actualidad provocando que la divisa estadounidense supere a la moneda comunitaria.

Los expertos de Nomura creen que hay “buenas razones” para ver al euro en los 0,90 dólares este invierno. Entre ellas, destacan el hecho de que Rusia no reanude los envíos a través del gaseoducto Nord Stream, lo que a corto plazo supondrá “un nuevo movimiento a la baja del euro hasta los 0,95 dólares a finales de agosto”. La visión de Nomura, defendida con posiciones cortas abiertas contra el euro frente al dólar, es compartida por los expertos de Deutsche Bank.

En principio, el 21 de julio se reanuda el suministro en el Nord Stream, según Rusia, pero se estima que Putin no cumplirá con su palabra. “Es poco probable que la prima de riesgo desaparezca, es un factor fundamental que ha cambiado en las últimas semanas”, exponen desde Deutsche Bank que aseguran que el euro también caerá hasta los 0,95 euros pese a la reanudación del suministro.

También desde Alemania, el Bundesbank prevé que los cortes de Moscú tengan un impacto en el PIB del 5%. La estimación se une al aviso del vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, de que la recesión técnica en Alemania tendría un fuerte efecto de arrastre sobre el resto de la zona del euro. Por tanto, la crisis en el motor económico de la región supone otro golpe para el euro. Desde Nomura lo resumen así: “Si un escenario en el que la zona del euro tenga que racionar el suministro de gas a la industria no es una crisis económica, ¿qué es?”.

Desde Nextep Finance señalan que el euro está débil “en primer lugar” porque el mercado “se está dando cuenta de quien paga la factura de las sanciones a Rusia es Europa, no Estados Unidos”. Así, creen que las probabilidades de entrar en recesión son cada vez mayores en el Viejo Continente que al otro lado del Atlántico “y en todo caso, si ambos entran en recesión, la europea será más profunda y duradera”.

La forma más directa de fortalecer al euro es una subida agresiva de los tipos de interés por parte del BCE, pero los expertos coinciden en que, aunque este hecho se produzca, el banco central ya llega tarde comparado con el ritmo de subidas de la Reserva Federal de Estados Unidos. Además, Monex Europe introduce en la ecuación la crisis de Gobierno en Italia. Los expertos de la casa de divisas consideran que, pese a que se celebren elecciones en Italia este semestre, “resulta probable que las acciones y los bonos italianos sigan cayendo, lo que lastrará aún más al euro”.

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