El cartel de un catalán en su restaurante de Madrid: “No compramos ni vendemos productos catalanes”
El restaurante La Guarida de Narváez, ubicado en la madrileña zona de Retiro y propiedad de un empresario catalán, ha decidido planta cara al independentismo de Cataluña tras la consulta ilegal de Carles Puigdemont. Ha colocado un cartel en los ventanales del establecimiento en el que anuncia que “está con quienes sí están” y por esta razón su negocio “no compra ni vende productos catalanes”.
Los clientes y los viandantes de la madrileña calle se arremolinan curiosos alrededor de la entrada de La Guarida. Leen el mensaje, hacen fotografías y comentan entre ellos la situación que se está viviendo en Cataluña y, por ende, en España. Está claro que el empeño de la Generalitat de declarar unilateralmente la independencia ya no es solo un problema político, es una crisis de país que se ha instalado en todas las tertulias ciudadanas, incluidas las callejeras.
“Ante los hechos gravísimos que han tenido lugar los últimos días: plebiscito callejero con pucherazo incluido, acoso a la Fuerzas de Seguridad y escenificación del odio a España y a sus instituciones. Este establecimiento suspende la adquisición de productos que se fabriquen o facturen en Cataluña”. “Por esta razón”, concluye el cartel, “no encontrará entre otros, ni Cola-Cola de la que se factura en Cataluña ni Nestlé (Cola Cao, Nescafé)”.
El empresario catalán explica a OKDIARIO que le costó tomar la decisión de poner este cartel en los ventanales de su restaurante, pero que finalmente lo hizo porque se trata de “un grito ante la injusticia”. Las compañías que están en Cataluña, señala, “están porque les interesa estar, por ello he decidido que no compro nada que se facture o fabrique” en la región catalana.
El barcelonés asegura que ha sufrido la discriminación en la región catalana en primera persona “por mi clase social (procedo de una familia humilde), por ser del Real Madrid y por no hablar catalán”, explica. Eso sí, aclara con cariño que hoy es lo que es por todo lo aprendido en Cataluña.
El empresario relata emocionado que siempre ha vivido en un barrio humilde de la ciudad condal, aunque “más tarde las cosas me han ido económicamente bien y me mudé a un piso en la Diagonal” donde vivían las familias importantes de Barcelona.
Cree que Cataluña siempre ha estado manejada por la oligarquía burguesa catalana: “Jordi Pujol nunca quiso el concierto vasco, quería que la recaudación la hiciera el Estado central para poder aducir que España les roba”. Por ello, explica toda esta crisis en la que está sumida España y la región catalana “se lleva fraguando 30 años”.
Es curioso, le preguntamos, que la burguesía catalana de la que habla esté siendo acompañada en esta deriva y desafío independentista por una formación anticapitalista como al CUP. “Porque a ti y a mí”, comenta, “nos unen unas leyes y a la tribu lo que les une es un objetivo común”.