Banqueros y amigos de Carlos Torres temen que el fracaso de la OPA pueda costarle el puesto en BBVA

Una vez que se ha disipado la polvareda del fracaso de la OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell, el futuro de Carlos Torres se pone en el foco. Su continuidad en la presidencia del BBVA está cuestionada por el mercado y hasta su propio entorno cree que la operación puede costarle el puesto, si bien sigue negándose a dimitir, al menos de momento.
«El golpe ha sido muy duro para Torres y no está claro si va a ser capaz de superarlo. Es la segunda vez que fracasa en el intento de comprar el Sabadell y él es el único responsable. Todo el mundo ha señalado sus graves errores en la OPA, y no está claro si le acabará costando el puesto», según una fuente del citado entorno.
De momento, como es sabido, Torres se niega a dimitir como presidente del BBVA, con el argumento de que su continuidad no dependía del resultado de la OPA. Un importante banquero explica que «se aferra a la mentalidad norteamericana de que el fracaso es no intentarlo. Él lo ha intentado y no lo ha conseguido, pero la vida sigue». Torres toma como ejemplo a Andrea Orcel, consejero delegado de Unicredit, que tampoco se plantea dimitir a pesar de que no han salido adelante sus intentos de compra en Italia y Alemania.
Pero hay una diferencia notable: Torres tenía en su mano bazas para haber tenido éxito, como negociar una fusión amistosa u ofrecer un precio más alto. Incluso se podía haber retirado ante la oposición política y social, con la excusa de las condiciones del Gobierno. Pero Torres tampoco reconoce ningún error en la gestión de la OPA del BBVA sobre el Sabadell, por mucho que analistas y medios de comunicación los hayan señalado reiteradamente.
Las ventajas de Torres
El presidente del BBVA tiene a su favor la ausencia de un núcleo duro de accionistas con porcentajes relevantes en el capital que puedan decidir su salida. Ahora bien, sí están presentes grandes fondos de inversión, encabezados por los habituales BlackRock y Norges Bank. Aunque la mayoría no suele ser activista, en ocasiones como ésta los fondos sí podrían ejercer presión.
Torres también cuenta con el férreo control del consejo de administración, la mayoría de cuyos miembros han sido nombrados por él (cumpliendo los requisitos legales). El único que se opuso a seguir adelante con la OPA cuando estaba claro que iba a ser muy difícil sacarla adelante fue el ex gobernador del Banco de España Jaime Caruana.
La opción Caruana
Precisamente, Caruana (73 años) es el nombre que suena en el mercado como «hombre bueno» en caso de que Torres finalmente abandone el cargo. Su función sería pilotar la transición hasta que el BBVA fiche un nuevo presidente ejecutivo, o bien opte por la fórmula que prefiere el BCE de un presidente no ejecutivo y un consejero delegado con todo el poder.
De momento, Torres ha incrementado la retribución al accionista con el capital que ha liberado el fracaso de la OPA, con el fin de apaciguar a los inversores. Asimismo, ha reiterado su apuesta por los mercados emergentes, en especial México y Turquía, ignorando las presiones del banco central para que reduzca su peso y lo aumente en países desarrollados. De hecho, ése era uno de los grandes objetivos de la OPA al Sabadell.
Sin embargo, el número dos de Torres, Onur Genç, lo negó la semana pasada e insistió en la buena marcha de esos países: «La OPA nunca fue para eso, nuestro focus está en nuestro plan estratégico que contempla el crecimiento orgánico en los países en que estamos. México y Turquía lo están haciendo muy bien, mejor de lo que esperábamos».