Champions League: Manchester United - Sevilla

‘Sevillazo’ en Old Trafford (1-2)

‘Sevillazo’ en Old Trafford (1-2)
Ben Yedder celebra su gol ante el Manchester United.

El Sevilla se impuso por 1-2 al Manchester United en Old Trafford en el encuentro de vuelta de los octavos de final de la Champions League gracias a un doblete de un Ben Yedder que revolucionó el partido cuando entró desde el banquillo. Los de Vincenzo Montella sacaron su billete para los cuartos rompiendo con todos los pronósticos al vencer a los de Mourinho en su propio feudo.

Salió enchufado el Manchester United en los primeros compases del encuentro. Los de Mourinho trataron de aprovechar la empanada de los hispalenses, que parecía no haber saltado al césped de Old Trafford. La bestia Lukaku hizo un alarde de fortaleza y potencia en una acción individual que metió en el cuerpo a los de Montella.

El Sevilla tardó en despertar, pero lo acabó haciendo. De la mano de Joaquín Correa, con su fino fútbol, los andaluces empezaron a desplegar su mejor juego y generar las mejores ocasiones. Como en la ida, no estuvieron nada finos de cara a portería. Se repetían los fantasmas del pasado cuando los de Nervión más lo necesitaban.

Y es que si perdonas puedes pagarlo. Y en uno de los octavos de la Champions, más aún. Por fortuna para los sevillanos, Fellaini marró un mano a mano irrepetible con Sergio Rico. El guardameta del Sevilla repelió el balón dejando atrás todas esas voces que le cuestionaron hace unas semanas después de varios errores que le costaron caros a los suyos.

Si Correa era la elegancia del Sevilla, Lingard ponía el color al juego de los red devils. El futbolista británico era la luz del Manchester United en línea de tres cuartos ante la pasmosa mirada de José Mourinho desde el banquillo, que veía como los equipos se iban empate a cero al intermedio, con claras posibilidades de afrontar una prórroga que nadie quería.

Héroe Ben Yedder

Dicen que el Sevilla nunca se rinde, y con esa mentalidad salió en la reanudación. Dos minutos tardó Correa en disfrutar de una de las mejores ocasiones del partido, pero apareció Eric Bailly para desbaratar lo que era un gol cantado. Pese a las llegadas sevillistas, David de Gea continuaba siendo un espectador de lujo.

A falta de 20 minutos se presagiaba, se olía, se veía una prórroga a lo lejos. Más que de Champions, el público presenciaba un partido más de Premier. Idas y vueltas. Imprecisiones en pases, y también de cara a portería. Y en una de estas, robo del Sevilla, balón a Sarabia que asiste a Ben Yedder y sin ponerse nervioso pone el balón a ras de césped, ajustadito al palo, donde De Gea no pudo llegar.

Sin tiempo casi para digerirlo, De Gea tuvo que volver a sacar el balón de su portería. Esta vez intentando evitar el gol, pero la tecnología dio por válido el remate de un Ben Yedder que se coronó en el Teatro de los Sueños después de batir por segunda vez al portero español y dejar prácticamente sentenciada la eliminatoria. 

Lukaku mete miedo

Todo era alegría y fiesta en el bando sevillista. Hasta que Lukaku recortó distancias a falta de siete minutos para el pitido final. El Manchester United se vino arriba con el gol. A contrarreloj iban a buscar el empate, aunque los de José Mourinho necesitaban dos goles para sacar su billetes a los cuartos de final de la Champions.

El United lo intentó, aprovechando el golpe de moral que había supuesto el tanto de Lukaku, intentando sacar el espíritu de aquella mítica final de la Champions frente al Bayern en el 99, donde los británicos le dieron la vuelta al marcador en tan solo dos minutos. Pero el tiempo es oro y el Sevilla supo gestionarlo a las mil maravillas, incluso se permitió fallar una ocasión clara que era el colofón a la gran noche de Ben Yeder. El crono corría, a la misma velocidad con la que los hispalenses se han plantado en los cuartos de final de la máxima competición europea.

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