El Real Madrid sigue de festival en festival
El Real Madrid tendrá su revancha de Copa del Rey contra el Barcelona tras vencer sin muchos apuros al Joventut. Los blancos se marcharon por una veintena de puntos al final del tercer cuarto y no sufrieron para mantener un gran renta. Campazo y Ayon lideraron al equipo de merengue con 16 puntos cada uno.
El partido comenzó con un susto de Facundo Campazzo. El argentino se hizo daño en la ingle en la primera jugada y echó el freno de mano durante los siguientes minutos, circunstancia que hizo crecerse al Juventut. El joven equipo de Carles Durán se mueve por impulsos y por creencias y el hecho de ver a uno de los jugadores más en forma de Europa les hizo creerse capaces de todo en el primer periodo.
Los blancos, sin embargo, fueron poco a poco imponiendo su ritmo con el juego al poste aplastante de un Gustavo Ayon excelso en la finalización, aunque no le iba a la zaga un Todorovic que le aguantó el pulso anotador con ocho y diez puntos, respectivamente. De Laprovittola, el hombre récord de la Copa con sus 50 de valoración frente a Baskonia, apenas había noticias gracias a los turnos defensivo establecidos por Laso y que surtieron efecto a partir del segundo cuarto.
Al Joventut se le secó su mojo y el Madrid estableció su primera gran diferencia en la decena de puntos en un ataque muy repartido y equilibrado. Llull, Felipe o Randolph mostraban destellos de lo que se presupone del campeón de Europa, aunque los catalanes no perdían la fe y se agarraban al partido gracias a una buena racha de triples cerca del descanso.
Los locales, sin embargo, siempre sabían cómo hacer daño como demuestra su predominio en la batalla reboteadora con hasta 13 capturas ofensivas en una primera mitad a la que se llegó al descanso con los diez puntos de seguridad para los blancos.
Acelerón y a la final
Dos triples de Albert Ventura al inicio de la segunda mitad pusieron al Joventut a seis puntos de diferencia de los blancos y esa circunstancia despertó a la bestia. Un parcial de 12-0 liderado por Gabriel Deck finiquitó el duelo. El argentino, con su entrega, su profesionalidad y su pericia evocó el papel de Nocioni en el primer Madrid de Laso.
Al Joventut, por si fuera poco, se le acumulaban los problemas con la cuarta falta de Laprovittola a 12 minutos del final. Sin el argentino en cancha, la ventaja se disparó hasta la veintena de puntos. Los blancos quisieron meter el partido en el congelador antes de tiempo al término del tercer cuarto con tan abultada ventaja.
Los catalanes, sin embargo, se guardaban un as en la manga. Propusieron al Madrid echar un concurso de triples en forma de pachanga –con Morgan espectacular– y los blancos entraron al trapo dejándose encajar los 11 puntos en apenas dos minutos y medio y resucitando temporalmente las opciones de la Penya.
Laso, tras recordar a los suyos que el Barça casi la lía contra el Iberostar Tenerife por jugar con fuego, ya pudo respirar tranquilo por el resto del partido. El festival anotador continuó, pero en esa ocasión para ambos bandos con el Madrid siempre manteniendo la renta por encima de la decena de puntos.
Los blancos, tras dos partidos prácticamente de exhibición en dos días, llega na la final de Copa del Rey repletos de confianza y confirmando una candidatura cimentada en la apuesta por el baloncesto ofensivo. Sin el mejor Llull ni el mejor Rudy se han paseado, imagínense si mañana contra el Barça espabilan. Huele a otro título merengue.