El Real Madrid cree que la sanción se debe a los casos de Pipi y Peeters

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El japonés Pipi y el holandés Peeters.
Javier Iglesias

Pese a lo positivo que supone que el TAS haya reducido la sanción al Real Madrid en la entidad madridista no están contentos. La sensación es la de haber ganado una batalla, pero no la guerra. «No estamos contentos, el TAS nos tendría que haber quitado la sanción de la FIFA, porque además de injusta, era absurda», aseguran en la cúpula tras la resolución del Tribunal de Arbitraje.

El TAS asegura que «las infracciones cometidas eran menos graves y menos numerosas que las denunciadas por la FIFA» y pese a que al Real Madrid de momento sólo se le ha notificado la parte dispositiva de la resolución (a la espera del texto íntegro de la misma), en el club blanco se tiene la convicción de que la sanción está sujeta a dos casos: el del japonés Pipi y el del holandés Mink Peeters.

En el primero de ellos, el juez encargado del caso ha considerado que ha habido desarraigo familiar, algo que no ha sucedido y que los abogados del Real Madrid intentaron demostrar. La historia de Takuhiro Nakai, más conocido en Valdebebas como Pipi, es la siguiente. Los padres del habilidoso jugador son unos empresarios japoneses que decidieron ampliar su negocio fuera de su país de origen.

Para ello, la madre de Pipi se desplazó hasta España para aprender el idioma y lograr un permiso de residencia. Después de abrir un establecimiento de sushi, decidió traerse consigo a un niño que deleitó en las pruebas de acceso para entrar en la cantera. Eso implica, que no fue el Real Madrid el que captó al futbolista en su país de origen.

El juez del TAS, Michele Bernasconi, argumentaba desarraigo al asegurar que el padre no residía en el domicilio familiar junto a Pipi y su madre. Este hecho indignó a los abogados del Real Madrid que le trasladaron que las decisiones personales del matrimonio no tenían nada que ver con el caso juzgado.

Peeters: una confusión burocrática

El otro caso por el que el Real Madrid considera que se les ha castigado es de Mink Peeters. El holandés llegó al club blanco el 28 de noviembre de 2014 cuando tenía 16 años y 6 meses procedente del Ajax de Ámsterdam.

El problema con Peeters no es de desarraigo, sino que se trata, según la FIFA, de un mínimo fallo burocrático. El máximo organismo defiende que tiene datos contradictorios y que el holandés disputó partidos con la elástica blanca sin tener en regla toda la documentación obligatoria, ya que la fecha de inscripción del Real Madrid y la de la Federación Madrileña de Fútbol no coinciden.

El habilidoso centrocampista llegó a La Fábrica el 28 de noviembre de 2014 y debutó apenas unos días después, el 9 de diciembre, en un partido de UEFA Youth League contra el Ludogorets. Ramis le dio casi media hora en los que ya dejó detalles de su calidad.

Después de lo sucedido con el caso del Real Madrid, la FIFA ha decidido revisar y cambiar la normativa en lo refiere a la inscripción de menores, ya que visto lo visto, se afrontan situaciones injustas para los clubes y los niños.

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