Pocos o ninguno sabríamos responder por la calle quién es Pablo Martín Paez Gavira. Este es el nombre verdadero de ‘Gavi’, la sensación del fútbol español, y que este domingo se doctoró con la selección española con un partidazo ante Suecia. El jugador de 17 años pudo sentir el calor de un público sevillano que vitoreó su nombre en varias ocasiones.
Al término del partido, cuando todo el público se había marchado se pudo escuchar en el fondo sur unos gritos. «Pablo, Pablo», espetaba un grupo de jóvenes a un Gavi que salió corriendo en chanclas en dirección hacia ellos para recibir unas collejas cariñosas de los que han sido sus amigos de toda la vida, los del pueblo.
Los Palacios y Villafranca, a media hora de Sevilla, es el pueblo donde nació la estrella emergente de la selección española y el lugar donde dio sus primeras patadas a un balón. El jugador se emocionó con sus amigos y no sabía ni como actuar. Después de recibir las collejas se fue corriendo hacia el túnel de vestuarios cuando le volvieron a gritar sus colegas para que regresase sobre sus pasos.
El bueno de Pablo se había olvidado de hacerse la foto para la posteridad con la camiseta de España con el número ‘9’. El jugador, tras un primer intento en el que parecía un enano al lado de sus amigos, cogió el toro por los cuernos y pegó un salto de dos metros para remontar la valla y meterse en la grada. Allí se hizo fotos con sus amigos, disfrutó del momento y hasta algunos miembros del público que se marchaban del estadio bajaron para aprovechar la coyuntura. Gavi atendió a todo el mundo y se marchó con una sonrisa y en chanclas a celebrar que probablemente en un año estará en Qatar disputando su primer Mundial.