FÓRMULA 1

El triunfo silencioso hacia el podio de Alonso y McLaren-Honda

Fernando Alonso con el McLaren-Honda MP4-31 en Shanghai (Getty)
Fernando Alonso con el McLaren-Honda MP4-31 en Shanghai (Getty)
Ignacio L. Albero

Dicen que cuando un escritor-periodista,redacta un texto u obra literaria pasa a formar parte de cada ápice de su ser. No ha de ser distinto en un universo paralelamente lejano al de la retórica: el de la Fórmula 1. Cada tuerca apretada, cada minuto invertido en fábrica ya sea de obrero o genio del lápiz, cada tarde en en el túnel de viento estudiando cada apéndice del chasis, cada pelea con el monoplaza para entrar exquisito en cada curva o cada noche de insomnio imaginando esas dos décimas que sean una escalada hacia el podio. Toda una suma de esfuerzos que muchas veces quedan en balde por cuestiones anecdóticas del propio deporte, por error en el trabajo realizado o, felizmente, encuentran el visado hacia lo más alto del podio. En el caso de McLaren-Honda, pisar un hueco del cajón está más cerca de lo que parece.

Pero la ecuación de la gloria no existe a ciencia cierta en la Fórmula 1. No es una cuestión matemática a pesar del grado de complejidad que implica los estudios aerodinámicos en el chasis, o los técnicos en el ahora enrevesado motor híbrido. Las ciencias tecnológicas hacen la vida más sencilla a la competición, dotan de magia a seres inertes que son llevados por las mejores varitas de este Hogwarts manejado por FIA y FOM. Un circo de funanmbulistas y no de payasos. Aunque siempre hay excepciones…

Así las cosas, McLaren-Honda se estrelló contra una sorprendente y extraña realidad en el pasado gran premio de China. Un hilarante bipolarismo, sumado a las condiciones cambiantes de Shanghai, volvieron a oscurecer el rendimiento real del MP4-31 que, por lo menos, parece desquitado del complejo de barbacoa. Un monoplaza capaz de marcar la velocidad punta más alta en la sesión del viernes, 339 Km/h; y aspirar al top 10 en clasificación y carrera, se quedó anclado en la zona mediocre en la que el progreso es como una relación a distancia: lento. 

McLaren y sus problemas con los neumáticos

McLaren-Honda tiene el fuego, pero a veces el mechero no prende la llama para que su MP4-31 no se apague pasada una vuelta. Apretar el gas está condicionando el comportamiento de los neumáticos que llegan a la extenuación más rápido que en otros monoplazas. La lectura de esta realidad se bifurca encontrando la connotación positiva: si hay desgaste dramático de los neumáticos es señal inequívoca de mayor entrega de potencia.

A Fernando Alonso y Jenson Button les sorprendió ingratamente el comportamiento de su McLaren el domingo. Si bien es cierto que la frustración el sábado era palpable -ninguno de ambos tuvo la oportunidad de dar una vuelta con neumáticos totalmente nuevos y con más caballos liberados en el motor Honda- lo del domingo era agrio, una decepción dispar con sensación de haber dado un paso atrás. Pero para nada estamos tan mal, que diría Laporta.

Más mejoras en McLaren-Honda para Rusia

Las estadísticas de la carrera en Shanghai desglosan datos esperanzadores para McLaren-Honda. Ya no sólo hablamos de la máxima velocidad marcada por Fernando Alonso el viernes (339 Km/h), sino de la tercera mejor vuelta marcada por Jenson Button con los superblandos frescos. Ese giro, uno de esos que salen una vez en la vida, también revela otra estadística positiva: en el segundo sector, el más revirado, el MP4-31 de Jenson es el mejor, superando al Mercedes de Hamilton.

El speed trap de carrera les sitúa un escalafón más bajo que lo visionado el viernes: el resto mejoró (349 km/h) y ellos se quedaron igual (338 km/h). Aún así, la unidad de potencia ya se encuentra al nivel de la de Renault y Ferrari 2015. Buscar a Mercedes y el motor italiano de 2016 todavía es un ejercicio morfeista. No queda tanto para alcanzar mejores números en cuanto a rendimiento y pasar, como en una compañía telefónica, de una decente cobertura 3G a LTE.

El viernes la lluvia estropeó la posibilidad de probar el MP4-31 y sus mejoras en tandas largas. De ahí que fueran a ciegas en carrera, sin posibilidad de encontrar esa enfermedad hasta pasadas unas vueltas (Alonso ni siquiera colocó el superblando). Ahora son conocedores de este problema de desgaste fulgurante en los Pirelli, y en Rusia, dentro de semana y media, McLaren-Honda continuará con su proceso silencioso a pasos agigantados: aterrizarán con más mejoras en unidad de potencia y chasis.

El motor Honda ya ruge como Homer Simpson en ayunas y la fiabilidad empieza a ser como la seguridad de un iPhone, el armatoste de carbono de Woking traza las curvas con mayor rapidez a cada vuelta que pasa: Alonso y Button sonríen. Cuidado con McLaren-Honda y sus avances en el laboratorio. El top 10 está cerca; el podio, no tan lejos.

Lo último en Deportes

Últimas noticias