EUROLIGA: REAL MADRID VS BROSE BASKETS

El ‘Euromadrid’ vuelve por Navidad (95-72)

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Hunter pelea por un balón frente a los jugadores de Brose. (EFE)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

El Real Madrid mostró su versión más demoledora para derrotar al Brose Baskets por 95-72 en el último encuentro de 2016 en el Palacio de los Deportes. El equipo dirigido por Pablo Laso dominó de principio a fin un encuentro que sirvió para lamer las heridas tras la derrota en Estambul y confirmar que su candidatura a ganar la Euroliga permanece intacta.

El peligro de Brose era real. El equipo alemán llegaba al Palacio con un récord de cuatro victorias y ocho derrotas, pero con la seguridad de que la competitividad está asegurada en cada uno de sus partidos (-6 en el basketaverage general). La relajación no estaba permitida y fue por ello que los blancos comenzaron fuertes en defensa y trabajando bien los ataques, hasta lograr un colchón con el 9-0 inicial.

Con el quinteto inicial trabajando de forma coral y anulando las virtudes ofensivas de Brose, la entrada de los primeros miembros de la segunda unidad amagó con suponer un bajón en el rendimiento madridista, pero dos triples de Llull dispararon la ventaja por encima de los diez puntos, suponiendo una losa muy pesada para el conjunto alemán, que había entendido rápido las intenciones del Madrid de realizar su segunda exhibición en tres días bajo el calor de su público (24-9).

La pareja Draper-Rudy comenzó a dirigir los ataques con sobriedad aunque sin la brillantez inicial, pero Hunter lograba dominar la zona de Brose Baskets y sumar puntos y rebotes que permitieron que el Madrid doblara a su rival en el marcador. Cabe destacar el inesperado bajo rendimiento alemán en esta primera parte –se prolongaría hasta el último cuarto–, que facilitó la fractura del marcador sin que los blancos necesitaran de meter la quinta marcha en el partido.

Repartiendo minutos y con Doncic, un día más, aportando en todas las facetas del juego, solo Lo suponía una amenaza para la defensa madridista, y con mayor irregularidad de la deseada. Un triple sobre la bocina del norteamericano permitía a Brose marcharse al descanso con algo de dignidad pero el encuentro prácticamente perdido.

Trámite en la segunda mitad

El descanso no cambió las cosas en el Wizink Center y el Real Madrid siguió con su concierto navideño con los jugadores de Brose como meros espectadores. Doncic tomó las riendas del ataque con Llull como escudero predilecto y la ventaja amenazaba con llegar a los 30 puntos. La derrota de Darussafaka hizo daño en el vestuario y el carácter madridista salió a limpiar su imagen de favorito al título, y lo estaba logrando intimidando en defensa y en ataque.

La humillación estaba siendo considerable y Llull, que no tiene piedad de los rivales, sacó a relucir su instinto para anotar sobre la bocina y lanzó una mandarina al cielo del Palacio que cayó en el aro de los alemanes, que no podían creer la pesadilla de Navidad que estaban sufriendo.

El último periodo se convirtió en un absoluto trámite en términos competitivos y eso pesó en una relajación en el Madrid, sobre todo en defensa, que permitió a Brose maquillar el marcador hasta colocarse incluso por debajo de los 20 puntos, pero Hunter apareció por partida doble para levantar una vez más de sus asientos a los aficionados madridistas antes del final con un mate y un tapón dignos de ver en la NBA. El Palacio cierra sus puertas por Navidad y volverá a abrirlas en 2017, con la promesa de recibir muchos regalos en forma de títulos.

 

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