España bate un récord histórico de asistencia en la final de la Liga de las Naciones

La selección española femenina volvió a batir otro récord de asistencia en un partido disputado en nuestro país. España se medía a Francia en la final de la Liga de Naciones en una Cartuja sevillana que no pudo responder mejor al llamamiento de las campeonas del mundo. En total, 32.657 espectadores se dieron cita para ver el partido del equipo nacional, que se jugaba un nuevo título, seis meses después de la consecución del Mundial de Australia y Nueva Zelanda.

Desde que la selección se proclamara campeona del mundo, su apoyo a nivel nacional no ha parado de crecer. Prueba de ello es que, de los cinco partidos disputados en nuestro país desde entonces, en cuatro se ha batido el récord de asistencia que había establecido hasta a fecha. La última vez fue el pasado viernes, en las semifinales ante Holanda. La Cartuja registró una entrada de 21.856 espectadores, cifra que se ha vuelto a superar.

La segunda jornada de la Liga de Naciones llevó a España a Córdoba, donde se medía a Suiza. Pese a que el rival no era ni mucho menos una potencia, había ganas en la ciudad andaluza de recibir a las campeonas del mundo, que llegaban inmersas en lo extradeportivo en pleno caso Rubiales y con el conflicto abierto entre las jugadoras y la RFEF. Entonces, acudieron al estadio 14.194 personas.

Habría que esperar a Málaga, donde se disputó el último partido de la fase de grupos, ante Suecia, para superarlo. Antes, España había jugado en Pasarón –Pontevedra– con capacidad para 12.000 espectadores. En La Rosaleda, sin embargo, se superó la cifra lograda en el Nuevo Arcángel, con 15.896 asientos ocupados.

Aquellas cifras, impensables hace apenas unos meses, han seguido creciendo, alcanzando cifras mayores que las de más de un equipo de Primera División. La Cartuja acogía la semifinal contra Holanda, en un partido que fue cambiado de escenario con apenas 15 días de antelación, puesto que iba a celebrarse primero en Cádiz. Pese a ello, entraron al estadio olímpico sevillano un total de 21.856 espectadores.

España bate otro récord de asistencia

Para la final, se volvería a batir el registro. Con apenas cinco días de diferencia, la campeona del mundo volvía a hacer historia, ya no por disputarse otro título contra Francia, sino porque volvía a demostrar que cada vez tiene más adeptos. En esta ocasión, acudían al estadio más de 30.000 espectadores, dejando una imagen bastante buena de un estadio con capacidad para 57.619 aficionados.

A pesar de jugarse un miércoles, a las 19:00 horas, la respuesta de la afición no pudo ser mejor. Cierto es que el 28 de febrero es festivo en Sevilla, puesto que es el Día de Andalucía, lo que permitió que miles de aficionados, llegados de todos los rincones de la comunidad, acudieran al estadio olímpico hispalense para disfrutar de un partido donde las de Montse Tomé buscaban un nuevo título.

Desde horas antes del partido, los exteriores del estadio sevillano estaban repletos de aficionados que apuraban para hacerse con una entrada para el partido o para equiparse para la ocasión con los colores de nuestra bandera. Todo era poco para apoyar a una selección que llevó a La Cartuja a darlo todo desde el comienzo del encuentro, en busca de llevar en volandas al equipo nacional, que quería seguir haciendo historia.