Fría y distante despedida a Monica Oltra de Ximo Puig: respeta su decisión y agradece su trabajo

Frío comunicado de despedida del presidente del Gobierno valenciano el socialista Ximo Puig tras la dimisión de Mónica Oltra de todos sus cargos y la renuncia a su escaño: respeto a su decisión, agradecimiento por su trabajo y reconocimiento de su figura, toda una serie de lugares comunes y frases hechas antes de poner tierra de por medio. Ni un gramo de afecto a quien estado a su lado durante 7 años y ha sido parte esencial del equilibrio del tripartito. Sin Oltra, la legislatura, de facto, está terminada. Mónica Oltra se ha despedido cargando contra Puig. Y Ximo Puig la ha despedido sencillamente ignorándola.

Más que un comunicado, un telegrama o un mensaje de whatsAaap. Así se puede definir el escueto escrito con que Presidencia de la Generalitat Valenciana y, en consecuencia su presidente el socialista Ximo Puig, ha despachado la salida de Mónica Oltra en su despedida. Sin transmitir la mínima muestra de afecto a quién ha sido su mano derecha en las políticas valencianas durante los últimos 7 años. Puig se ha limitado a agradecer su trabajo, reconocer su figura y desearle suerte desde el respeto a su decisión. Todo muy formal, muy fuera del tono que debe presidir cualquier relación profesional y/o humana.

Puig ha venido hablando en los últimos días de que se abría un periodo de reflexión colectiva. De modo, que hoy no ha perdido la ocasión de poner en valor eso mismo como su aportación a la dimisión de Mónica Oltra: «La decisión de la vicepresidenta Mónica Oltra está en la línea de reflexión colectiva que habíamos defendido» para continuar con otro mensaje «con los tiempos que planteábamos vinculados al pronunciamiento de la vicepresidenta y de Compromís». Y concluir significando que el Gobierno valenciano «sigue trabajando por el futuro y el progreso de las valencianas y valencianos».

Lo cierto es que pese a este mensaje, Ximo Puig no ha tenido nunca la garantía de la salida de Mónica Oltra a nivel personal. Primero, obvió pedirle que se marchara. Y, luego, forzó la situación desde la distancia sin mirar nunca a la vicepresidenta a los ojos, exigirle su renuncia y pedirle que dejara el Gobierno. Todo eso, y así lo ha confirmado Oltra, nunca se ha producido.

Finalmente, Mónica Oltra se ha ido 5 minutos antes de que la echaran. Lo que ha pesado de verdad ha sido la triple imputación del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) de 3 supuestos delitos: prevaricación, abandono de menores y omisión del deber de perseguir delitos en el caso que investiga si cargos y/o personal de la Consejería de Oltra supuestamente ocultaron las denuncias de una menor tutelada por los abusos a los que la sometía el marido, entonces, de la ya ex vicepresidenta valenciana.