Boicot de los partidos separatistas y de izquierdas a la intervención del portavoz de Vox en el Parlament, Ignacio Garriga. La primera aparición del diputado constitucionalista en el atril de la cámara catalana, este vienres en el auditorio en lugar del hemiciclo por razones sanitarias, ha provocado la huída de la mayoría de representantes del resto de formaciones de sus escaños. Los que se han quedado, además, han lucido esvásticas nazis desde sus puestos durante el debate de investidura de Pere Aragonès cuando Garriga ha terminado su intervención y se disponía a sentarse en su sitio.
De esta forma los partidos independentistas, el PSC y los Comuns ejecutan su plan para aislar a Vox de las instituciones catalanas. Tras la irrupción de la formación constitucionalista en los comicios del 14 de febrero, con once diputados y convirtiéndose en el cuarto grupo parlamentario de la cámara, el separatismo y los partidos progresistas han urdido un plan para invisibilizar todo lo posible al grupo de Garriga.
PSC, ERC, JXCat, CUP y Comunes han mantenido varios encuentros para dejar sin voz a Vox en el Parlament. Entre otros acuerdos han pactado no responder a sus intervenciones en el hemiciclo, ni en las alusiones entre partidos ni en las sesiones de control al Govern, ni permitirles ostentar cargos representativos en la mesa o en las distintas comisiones parlamentarias.