Presión arterial en el embarazo: qué hacer si es demasiado alta o demasiado baja
La presión arterial debe controlarse bien en el embarazo para evitar por ejemplo la hipertensión, que podría suponer el riesgo de sufrir preeclampsia.
Uno de los valores que más se suelen controlar durante el embarazo es el de la tensión o presión arterial con el fin de poder evitar riesgos para la madre o para el bebé en el caso de que sea demasiado elevada o demasiado baja, de modo que para poder llevar un buen control y sobre todo, saber qué hacer en caso de que la presión arterial suba o baje demasiado, os ofrecemos una serie de pautas que seguro os van a servir de mucho.
Presión arterial alta en el embarazo: qué hacer si es demasiado alta o demasiado baja
Tener hipertensión en el embarazo y saber diagnosticarla a tiempo, puede evitar el riesgo de preeclampsia (o gestosis), así como que se produzcan complicaciones y riesgos en el parto. Es por esto, que es tan importante medir la presión arterial en el embarazo y saber además cuáles son los valores correctos y a partir de estos, cuándo debemos preocuparnos.
Presión arterial alta
La presión arterial alta, o la mencionada hipertensión, es muy común durante el embarazo, por lo que en el caso de sufrirla incluso antes de estar embarazada, es importante informar al ginecólogo sobre cualquier problema de presión arterial para que pueda prescribir el tratamiento adecuado y controlar tu presión arterial de inmediato antes de quedar embarazada. Recibir tratamiento para la hipertensión es importante antes, durante y después del embarazo.
La hipertensión, como ya hemos avanzado, puede acarrear varias complicaciones no solo para la madre sino también para el bebé.
De este modo, para la madre puede significar:
- riesgo de sufrir preeclampsia y eclampsia,
- riesgo de aborto,
- necesidad de inducción del trabajo de parto,
- riesgo de desprendimiento de la placenta.
Para el bebé puede significar:
- trabajo de parto prematuro y bajo peso al nacer
¿Qué hacer si se tiene hipertensión?
En caso de que la futura madre padezca de hipertensión crónica, incluso antes de quedar embarazada, es importante como decimos, hablar con el médico para que te pueda prescribir los medicamentos necesarios para equilibrar los valores de tu presión arterial antes y durante el embarazo, además de llevar un control regular de estos.
Si, por el contrario, la hipertensión se produce solo durante el embarazo, se denomina hipertensión gestacional y se suele diagnosticar tras la vigésima segunda semana de embarazo o cuando se está a punto de dar a luz. Es un trastorno que luego desaparece después del parto, aunque es importante que esa presión se mantenga bajo control para evitar que se convierta en una gestosis .
Cómo bajar la presión arterial alta
En caso de sufrir de hipertensión, el médico prescribirá medicamentos que sirvan para bajar los valores de la tensión arterial pero que sean además seguros incluso si se toman en el embarazo. Por ello se suelen evitr los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA), los bloqueadores del receptor de angiotensina II y los inhibidores de renina.
Además de los medicamentos indicados, el médico aconsejará algunas medidas prácticas que ayuden a bajar la presión tales como:
- Beber más de dos litros de agua al día, baja en sodio;
- Reducir completamente eliminar la sal de la dieta;
- No subir de peso demasiado y tomar una dieta rica en frutas, verduras y proteínas magras;
- Realizar actividad física regular, acordada con el ginecólogo;
- Evitar fumar y beber alcohol.
Baja presión
También durante el embarazo es posible que la mujer experimente de una baja tensión o presión arterial debido a que el sistema circulatorio se expande rápidamente. Por lo tanto, es bastante normal que la presión arterial baje en las primeras 24 semanas de embarazo. Según los valores médicos, estamos hablando de presión baja, cuando el valor de esta es de 90/60 mm Hg o menos.
Cómo subir la presión arterial
Si se tiene presión arterial baja durante el embarazo, el médico indicará seguir algunas pautas que eviten algunos de los riesgos de esta condición como pueden ser los mareos, los desmayos, el dolor de cabeza o las náuseas.
Entre lo más aconsejable que se puede hacer si se tiene presión baja en el embarazo podemos mencionar:
- Evitar levantarse rápidamente al sentarse o acostarse;
- No quedarse de pie durante largos períodos de tiempo;
- Comer comidas pequeñas y frecuentes durante el día;
- No tomar baños o duchas muy calientes;
- Beber mucha agua;
- Usar ropa holgada y cómoda;
- Seguir una dieta saludable y tomar suplementos específicos recetados por su médico.
Cómo medir la presión arterial
De acuerdo con las pautas médicas, la presión arterial debe medirse cuando se haya estado en reposo durante al menos 5 minutos, después de que hayan pasado al menos 30 minutos desde haber comido o haber realizado cualquier tipo de actividad física. Para la medición, nos tenemos que sentar en un respaldo con el brazo apoyado a la altura del corazón.
¿Cuáles deben ser son los valores de la presión arterial en el embarazo?
Según los expertos, los valores de presión arterial en el embarazo deberían rondar los 120 y 75 mmHg en el primer y segundo trimestre, y los 85 mmHg en los dos o tres últimos meses de embarazo. Sin embargo podemos establecer unos valores de referencia en función de si la presión arterial es alta o baja:
- Presión arterial alta: los valores de presión alta de la sangre son entre un máximo (presión sistólica) de 120 y 129mm Hg y un mínimo (presión diastólica) de menos de 80 mm Hg.
- Presión arterial baja : los valores de referencia para una presión baja son 90/60 mm Hg o menos.
Aunque la hipertensión tiene varias etapas:
- Hipertensión en estadio 1: valores entre un máximo de 130 y 139 mm Hg y un mínimo de 80 y 89 mm Hg.
Hipertensión en estadio 2: es la hipertensión más grave, con un máximo de 140 mm y un mínimo de 90 mm Hg o superior. - Una presión arterial superior a 140/90 mm Hg se considera hipertensión gestacional.
Cuando preocuparse
Los síntomas que pueden indicar preeclampsia, una condición que ocurre cuando la hipertensión ocurre después de las 20 semanas de embarazo y que está asociada con signos de daño a otros sistemas de órganos, incluidos el riñón, el hígado, la sangre u otros sistemas orgánicos, nunca deben subestimarse. La preeclampsia sin tratamiento puede provocar complicaciones graves o incluso la muerte para la madre y el niño. Por lo tanto, nunca subestimes síntomas como:
- Dolor de cabeza persistente;
- Manchas visuales y cambios en la visión como por ejemplo tener visión borrosa;
- Náuseas y vómitos;
- Hinchazón de la cara, pies o manos;
- Dificultad para respirar;
- Aumento de peso repentino.
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