5 consejos para cuidar al pequeño tras una vacuna
Durante el primer año y medio de vida, el bebé debe someterse a varias vacunas que le protejan de diversas enfermedades y patologías de mayor o menor gravedad.
Acudir al hospital y ser “víctima” de una inyección está claro que no es una situación especialmente agradable para el pequeño, y más si tenemos en cuenta que después de la misma puede sufrir diversos efectos secundarios. Por este motivo, es importante que los padres presten especial cuidado a sus hijos una vez que han sido vacunados, tanto para ayudarles a superar el trance como para vigilar que no experimentan ninguna reacción.
En concreto, estos son los consejos más interesantes al respecto:
- Después de que se les haya puesto la vacuna, se recomienda permanecer un cuarto de hora aproximadamente en el centro sanitario. Y es que en ese tiempo es cuando suelen aparecer, en algunos casos, reacciones inmediatas. Por eso, si se está todavía en el hospital y estas aparecen, el pediatra podrá actuar rápidamente.
- Siguiendo las recomendaciones del médico, se le puede administrar al bebé ciertos medicamentos para aliviar el malestar que pueda sentir e incluso para evitar que tenga fiebre.
- No menos importante es hacer que el pequeño beba mucho líquido. Y es que si lo hace se evitará que la posible fiebre sea elevada.
- De la misma manera, después de una vacuna es aconsejable que donde se le ha pinchado se le aplique una gasa de agua fría para así lograr que la zona no se inflame. Asimismo esta acción contribuirá a aliviar el posible dolor que pudiera sentir.
- Además otro de los consejos importantes es prestarle especial atención y observar si aparecen posibles efectos secundarios tales como palidez, erupciones o mareos.
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