Palma recibe 15 propuestas para reformar la Plaza Mayor: las obras empezarán en un año
El proyecto definitivo para la reurbanización de todo el espacio se conocerá a finales del presente año
Los trabajos afectarán a las galerías comerciales y a los accesos a todas la calles colindantes a la plaza
El Ayuntamiento de Palma ha recibido 15 propuestas para la reforma de la Plaza Mayor, cuyas obras arrancarán en 2025 y tendrán un presupuesto de 21 de euros.
Finalizado el plazo para la presentación de proyectos al concurso de ideas para la reforma y reordenación de este céntrico espacio urbano y comercial, en las próximas semanas un jurado compuesto por expertos seleccionará cuatro proyectos entre los que finalmente saldrá el ganador del concurso.
Esta selección la realizará un equipo de expertos entre los que se encuentran arquitectos de las áreas de Urbanismo e Infraestructuras del Ayuntamiento, del Colegio de Arquitectos, otros dos de reconocido prestigio, un representante de entidades vecinales y otro de asociaciones de comerciantes.
Los cuatro equipos seleccionados dispondrán de 2 meses para presentar una primera aproximación al proyecto de intervención y recibirán un premio de 16.250 euros cada uno.
En la segunda fase, estos cuatro equipos participarán en un concurso restringido para la redacción del anteproyecto.
Los aspirantes tendrán 3 meses para presentar las propuestas.
Finalmente el equipo ganador dispondrá de 6 meses para presentar el proyecto definitivo de ejecución.
El teniente de alcalde de Urbanismo, Óscar Fidalgo, ha explicado que el proyecto ganador tendrá que hacer frente no solo a la reforma de las galerías de la Plaza Mayor sino también a la adecuación de los accesos a la calle Sant Miquel y Plaza Marqués de Palmer, Plaza dels Capellers, Ramblas, Costa den Sintes y Costa del Teatre.
La actuación en esta emblemática plaza supondrá la renovación definitiva de un espacio que lleva años en progresivo estado de degradación.
El Ayuntamiento de Palma ya estableció en su día que la planta -1, donde actualmente se ubican las galerías, se reordenaría para instalar un Centro de Interpretación que constituirá el núcleo principal donde se vehicularán todas las infraestructuras culturales que permitirán a Palma aspirar a ser elegida Capital Cultural en 2032.
Además, se incorporarán espacios comerciales y culturales, zonas multifuncionales y polivalentes, baños públicos y comercios.
En cuanto a la plaza, la intervención prevé albergar actividades culturales y lúdicas-multifuncionales, (mercados artesanales, teatro, etcétera) aportando luz y ventilación al espacio inferior y creando espacios de sombra según la estación y visuales con el espacio público contiguo (Ramblas, plazas, calles y Costa del Teatre), una iluminación adecuada a su uso y la inclusión de mejoras ambientales y energéticas.
También se contempla la posibilidad de que el proyecto actúe sobre el túnel que conecta la plaza con el Parc de la Mar, aunque este extremo dependerá de los informes que están elaborando los técnicos del Ayuntamiento relativos a la seguridad del entorno, así como de la creatividad de las propuestas que reciba el Consistorio palmesano para su posible apertura al público.
Paralelamente el Ayuntamiento de Palma está negociando con una veintena de propietarios privados de diferentes locales para hacerse con la propiedad de toda la galería.
El departamento de Urbanismo cifra en 3.618.766 millones de euros el coste del desembolso, ya sea por compra o expropiación en una operación ya iniciada que se irá desarrollando de forma paralela al desarrollo del concurso de ideas para la reforma de este espacio.
Se pondrá así punto y final a dos legislaturas de abandono de este céntrico espacio comercial, cuyas galerías fueron cerradas por el anterior gobierno del ex alcalde socialista, José Hila, al concluir el plazo de concesión sin ofrecer alternativa alguna a los pequeños comerciantes allí instalados.
Desde 2019 las galerías se han convertido en un sitio sin vida, apartado de la ciudad, donde reinan la oscuridad y los grafitis.
El paso del tiempo ha arrasado con el interior de los antiguos comercios que antes abrían cada día. Las entradas están cerradas y las únicas personas que pasan por allí son las que bajan al parking para coger su coche.