Economía

Los empresarios de cruceros descalifican el informe balear que propone reducir el número de barcos

El director de la asociación internacional del sector exige al Ejecutivo de Armengol un poco de rigor

Critica que el documento que insta a rebajar el nivel de contaminación no se base en ningún estudio

Propone escalonar desembarcos y nunca restringir un turismo que apenas representa el 10% del total

El Govern de Armengol exige a Pedro Sánchez reducir el número de cruceros, navieras y ferries

Palma prevé cerrar 2021 con un total 186 escalas de cruceros

Los anticruceristas vuelven a la carga y exigen a Armengol que sólo permita un buque al día

Empresarios cruceros
Crucero atracado en el puerto de Palma. Europa Press.
Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor OKDIARIO en Baleares, información local de Palma, social y política en general. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El director de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros en España (CLIA), Alfredo Serrano, exigió “un poco de rigor” a las autoridades de Baleares «en la toma de decisiones que afectan a muchas familias de las Islas», más de 6.000 personas. 

Todo ello, después de conocer el contenido del informe remitido desde la Comisión Balear de Medio Ambiente al Ministerio para la Transición Ecológica, en el que propone restringir el tráfico de toda clase de embarcaciones, navieras, cruceros y ferries, así como, declarar el mar balear  como zona especialmente sensible. 

En este sentido, Serrano lamentó que las iniciativas que provienen de organismo público balear, gestionado por los nacionalistas de Més per Mallorca, «no estén justificadas por ningún estudio, cálculo o argumento porque los que han aportados son falsos”.  A este respecto, el primer portavoz de los empresarios de cruceros pone el ejemplo de lo que recoge el documento del Govern sobre las emisiones de óxido de azufre.

En el informe de la citada comisión balear, se hace referencia al importante impacto que provocan los cruceros en este particular, poniendo como ejemplo que Palma es el segundo puerto más contaminado de Europa por este gas. Una reflexión que resulta paradójica, si tenemos en cuenta que la propia Conselleria de Medio Ambiente, a la que pertenece esa comisión, en la memoria de calidad del aire en las Islas Baleares, cuando habla de los niveles de presencia de este gas en la atmósfera, lo califica de “excelente”. 

“No llego a entender cómo por un sitio se dice que la calidad del aire, en lo que tiene que ver con los niveles de óxido de azufre, es excelente y, por otro, se utiliza la supuesta contaminación generada por los cruceros en estas emisiones, para argumentar que hay que limitarlos. Y lo hace el mismo organismo”.

Pero no solo eso. En el informe de calidad del aire que hace el Ministerio para la Transición Ecológica en 2019 se afirma que en ningún caso se han sobrepasado los niveles de óxido de azufre recomendados por la OMS.

Ante estas incongruencias, Serrano considera que “tratar tan a la ligera algo tan sumamente importante, como el medio ambiente o la economía vinculada al turismo y a los cruceros, no me parece bien”.

Respecto a las restricciones que el Govern propone y que defienden entidades anticruceristas afines al propio Ejecutivo balear, este empresario del sector náutico considera que sería “el fin de la actividad de los cruceros, o su paso a una presencia testimonial, perdiendo su impacto económico en Baleares, puestos de trabajo, y además, no teniendo los cruceros ningún impacto en esa congestión turística de la que ahí se habla”. 

Antes que limitar el número de embarcaciones turísticas, Serrano apuesta por estudiar cuándo y quién produce esa congestión a la que se refiere el informe. Por ello, exige que se actúe «en todos los factores y no se penalice un medio de transporte cuando se está pudiendo ir a Palma por carretera o por avión, sin ningún tipo de limitación”. 

De ahí que los empresarios del sector aboguen por “gestionar soluciones” antes que prohibir o limitar. Unas iniciativas que irían desde “escalonar los desembarcos de pasajeros o aumentar las excursiones por el resto de Mallorca”.  

Todo ello teniendo en cuenta que los cruceristas son una parte muy pequeña del total de los 14 millones de turistas que visitan cada año Baleares, apenas, una décima parte de los que llegan por avión.

Para el año que viene, en el caso de Palma, cuyo puerto aglutina el 80% de las escalas de los cruceros en Baleares, la estimación es de 490 atraques entre abril y noviembre, un centenar menos que antes de la pandemia en 2019, y un 10% menos de pasajeros que en ese último ejercicio.

Lo último en Actualidad

Últimas noticias