El Govern de Armengol exige a Pedro Sánchez reducir el número de cruceros, navieras y ferries
Remite un informe al Ministerio de Transición Ecológica para que declare el mar balear zona sensible
Insta a reducir el impacto sobre el medio marino restringiendo los contaminantes en los combustibles
Considera que las restricciones al tráfico marítimo disminuiría la probabilidad de vertidos accidentales
Los anticruceristas vuelven a la carga y exigen a Armengol que sólo permita un buque al día
Palma prevé cerrar 2021 con un total 186 escalas de cruceros
Alfredo Serrano: «Limitar los cruceros acabaría con este sector en Baleares»
El Govern de Francina Armengol ha exigido al Gobierno de Pedro Sánchez reducir cruceros, navieras y ferries en los puertos de Baleares. El Ejecutivo de la presidenta socialista ha remitido un informe de la Comisión Balear de Medio Ambiente al Ministerio para la Transición Ecológica en el que propone restringir el tráfico de embarcaciones de línea regular, navieras, cruceros así como disminuir la presencia de grandes barcos destinados al turismo marítimo limitando su presencia en los puertos de Baleares.
El documento viene rubricado por este organismo dirigido por los socios secesionistas (Més per Mallorca) de Armengol en el Govern balear. Unas medidas restrictivas que pondrían palos en las ruedas en la incipiente recuperación de la industria turística balear y asestaría un golpe mortal al sector náutico.
El dictamen justifica estas medidas de limitación del flujo de embarcaciones, con el fin de contribuir a reducir las presiones e impactos sobre el medio marítimo y propone restringir, a su vez, los niveles de contaminantes permitidos en los combustibles.
Por ello, se insta al Ministerio a que en el marco del denominado Plan Estratégico Nacional para la Protección de la Costa Española se declare el mar balear como zona marina especialmente sensible.
La limitación en el número de cruceros de un barco al día está sobre la mesa del despacho de Francina Armengol desde 2019, después de que organizaciones ecologistas entregaran más de 10.000 firmas exigiendo limitar la presencia de estas embarcaciones en el Puerto de Palma. Sólo los efectos devastadores y las restricciones a la movilidad por la pandemia de la Covid han impedido que el Govern adoptara una decisión al respecto.
Tras levantarse este pasado verano las limitaciones al turismo de cruceros, el sector se ha recuperado tímidamente, y las previsiones apuntan a que cerrará el año con 186 escalas y 100.000 visitantes.
Los obstáculos al turismo náutico que están en la base de este documento del Govern balear, obedecen a las manifestaciones y movilizaciones retomadas, recientemente, por entidades vecinales y ecologistas, afines por otro lado, al gobierno de la izquierda nacionalista.
Según el documento remitido por el Govern, con las restricciones al tráfico en las aguas de Baleares, disminuiría la probabilidad de los posibles eventos de contaminación accidental y ayudaría a la regulación del fondeo de embarcaciones. A este respecto se propone realizar una actuación integral de inventario, y retirada, de las estructuras para el fondeo ilegal.
En relación a la regulación de los barcos de línea regular, navieras y cruceros, se hace hincapié, especialmente, en el corredor entre Ibiza y Formentera, pero se hacen extensibles las cortapisas al resto de las Islas . Por ello se apuesta por disminuir la presencia de grandes embarcaciones destinadas al turismo marítimo, en base a la determinación de la capacidad de carga del destino, y limitar su presencia en los puertos de las Islas.
Por ello se solicita la necesaria cooperación del Gobierno central, dado que es quien tiene asignadas las competencias en la materia.
La Comisión de Medio Ambiente propone al Ministerio estudiar la capacidad de carga de cada zona del litoral en su conjunto, y no exclusivamente, en los puertos, con el fin de regular en consecuencia. Por ello recomiendan que las ampliaciones de puertos que tramita Ports Illes Balears, vaya acompañada por un análisis de las repercusiones ambientales directas que tendrá sobre la flora y fauna protegida.