Los chóferes de la EMT de Palma en pie de guerra: obligados a hacer horas extra que cobrarán en un año
Se abonarán, además, con días de libranza por decisión del presidente socialista de la compañía, Francesc Dalmau
Los sindicatos estudian movilizaciones si no hay marcha atrás con una medida que consideran "inadmisible"
Los chóferes de la EMT de Palma exigen la dimisión del presidente por su pésima gestión
Los chóferes de la EMT de Palma están en pie de guerra: obligados a hacer horas extra que cobrarán en un año y que no serán pagadas en efectivo sino devueltas mediante libranzas, por orden del presidente de la compañía, el polémico concejal socialista de Movilidad, Francesc Dalmau. Esta decisión ha generado un notable malestar entre empleados y sindicatos que barajan iniciar movilizaciones para lograr paralizar una iniciativa que les fue comunicada el pasado jueves.
Con esta decisión política, además, el edil Dalmau endosará a su sucesor en el cargo, tras las elecciones de mayo del próximo año, el desembolso de las mismas mediante libranzas, lo que complicará el arranque de la nueva dirección.
La medida adoptada obedece al exceso de horas extra que realizaban hasta ahora el más de medio millar de conductores de la compañía, que en la mayor parte de los casos excedían las 80 anuales que permite la legislación.
De hecho, Vox presentó una propuesta en un pasado pleno municipal, instando a la actual dirección a cortar este exceso de horario laboral advirtiendo de que se podría estar incurriendo en una posible malversación de caudales públicos. Tras este acuerdo, el propio alcalde Hila instó a su compañero de partido a poner coto al exceso de horas, que aunque han seguido realizándose, han ido a menos las últimas semanas.
El problema ahora es que el lastre de las cuentas de la compañía, derivado del alza indiscriminada de los costes energéticos, más todos los problemas arrastrados durante la pandemia por las restricciones al transporte público, impiden el abono de las mismas, por lo que la dirección ha optado por devolver horas a cambio de días libres, pero dentro de un año, plazo «inadmisible», como apuntan fuentes del comité de empresa.