Inmigrantes argelinos que se amotinaron en un barco de Salvamento Marítimo ya están libres en Almería
La situación que vive Almería con la inmigración ilegal es «crítica», tal y como admiten desde Jucil a OKDIARIO Andalucía. «Argelia ha abierto la mano. En el CATE que hay en el puerto de Almería, gran parte de los inmigrantes que llegan probablemente son de las cárceles argelinas. Llegan con cicatrices, con un comportamiento carcelario y desafiándonos constantemente», señala Agustín Leal, portavoz del sindicato de la Guardia Civil. Tal es la situación, que este periódico ha podido confirmar un suceso terrible que tuvieron que vivir a mediados de agosto cuatro tripulantes de Salvamento Marítimo.
A unas pocas millas de la costa almeriense, Salvamento Marítimo fue alertado de que se encontraba una patera con aproximadamente quince inmigrantes argelinos, motivo por lo que, en una embarcación, cuatro tripulantes procedieron a ir hasta allí con el objetivo de rescatarles y llevarles al puerto de Almería. Sin embargo, los inmigrantes argelinos se amotinaron y, haciendo uso de la fuerza, intentaron acceder a la cabina de mando para poder controlar la embarcación.
Ante el peligro, los cuatro tripulantes que llevaban el barco decidieron encerrarse en la cabina y dar la voz de alarma a la Guardia Civil, que les pidió que fueran hasta el puerto de Almería para proceder a la intervención. «Los tripulantes se tuvieron que encerrar en la cabina porque ellos querían pilotar», relatan a OKDIARIO Andalucía fuentes de la Guardia Civil.
Una vez llegaron al puerto de Almería, los agentes que iban a proceder a ayudar a los tripulantes de Salvamento Marítimo se encontraron, una vez más, con que no contaban ni con efectivos ni con medios suficientes. Sin embargo, dada su profesionalidad, lograron controlar la situación y consiguieron llevarles hasta el CATE de Almería. Según explican a este periódico desde Jucil, estos inmigrantes argelinos quedaron en libertad a las 24 horas, «como es habitual».
Desde Jucil alertan de la situación que atraviesa España en general y Almería en particular con una llegada masiva de inmigrantes ilegales que ya definen como un auténtico «coladero».