Un hombre queda libre tras dejar inconsciente a un guardia civil al que agredió «salvajemente» en Córdoba

Un guardia civil quedó inconsciente el pasado sábado 29 de marzo en Pozoblanco (Córdoba) tras ser golpeado «salvajemente» por un hombre al que intentó identificar en la vía pública. El atacante, tras propinarle patadas y puñetazos incluso cuando el agente estaba inmóvil en el suelo, huyó y, pese a la brutal agresión, ha quedado en libertad por orden judicial.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha señalado este jueves que el agresor, detenido días después de los hechos, fue presentado ante la jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Pozoblanco, quien dictaminó que quedase en libertad con prohibición de acercarse a menos de 300 metros de los dos agentes implicados o de comunicarse con ellos por ningún medio.

Según detalla la AUGC, «el sábado 29 de marzo, cuando dos guardias civiles de Pozoblanco intentaban identificar a un hombre que había hecho un movimiento sospechoso al verles, este individuo reaccionó con empujones y amenazas». Uno de los agentes fue derribado y recibió «una fuerte patada en la cabeza, quedando noqueado», mientras el agresor le propinaba puñetazos aun estando inconsciente. El otro guardia civil logró quitarle de encima, aunque también resultó agredido.

Tras huir y permanecer varios días en paradero desconocido, el autor de la agresión fue localizado y puesto a disposición judicial. Sin embargo, los servicios jurídicos de AUGC recurrirán el auto de libertad, por considerarlo una decisión «excesivamente benévola». El secretario jurídico de esta asociación en Córdoba, Fran Cruz, ha expresado que «en este caso no habría estado de más decretar el ingreso en prisión provisional», teniendo en cuenta la violencia ejercida y el riesgo para la integridad del agente, que se encontraba indefenso en el momento crítico de la agresión.

Por su parte, Gustavo Pérez, secretario general de AUGC en Córdoba, ha criticado que «mientras se producen a diario agresiones brutales como ésta a guardias civiles y policías nacionales en todo el país, el Gobierno y el Ministerio del Interior siguen sin reconocernos como profesión de riesgo, y el PSOE está bloqueando el desarrollo normativo que pondría fin a esa injusticia». Además, la asociación pide agravar las penas por agresiones de esta naturaleza y dotar a los agentes de nuevos medios, como pistolas táser y cámaras corporales.