Las agresiones a policías y guardias civiles han aumentado un 28% desde la llegada de Sánchez
En 2024, los agentes denunciaron 16.878 atentados contra la autoridad


Las agresiones sufridas por policías y guardias civiles han aumentado un 28% desde la llegada del líder socialista, Pedro Sánchez, a la Presidencia del Gobierno. El Ejecutivo ha dado a conocer estos datos después de que el PP le hubiera interrogado sobre «el número de agresiones tanto físicas como verbales» sufridas por los agentes «desde el año 2019 hasta la actualidad». Es decir, desde el primer ejercicio completo del secretario general del PSOE en La Moncloa.
El Ejecutivo ha respondido esta semana a una pregunta parlamentaria presentada por un grupo de diputados populares, encabezado por su portavoz de Interior, Ana Vázquez Blanco. En ella, los representantes del partido de Alberto Núñez Feijóo instaban al Gobierno de Sánchez a dar la cifra de guardias civiles agredidos en ese período de tiempo «desglosado por anualidades y provincias».
La respuesta por escrito del Ejecutivo incidía en que el Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC) del Ministerio del Interior, encabezado por el juez de profesión Fernando Grande-Marlaska, se registran los hechos conocidos de «atentado contra la autoridad, agentes o funcionario público». Éste es un delito tipificado en el Código Penal en los artículos del 550 al 554.
Sin embargo, aclaran que esas cifras se recogen «sin especificar a qué cuerpo u organismo de la Administración pertenece el agente o funcionario objeto del hecho». Por tanto, no pueden darse exactamente los datos relativos a agentes de la Benemérita que han sido agredidos.
El primer año que Sánchez completó íntegramente como jefe del Ejecutivo, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, así como los Cuerpos de Policía Local, sufrieron 13.127 atentados contra la autoridad, agentes o funcionario público. Desde entonces, cada ejercicio ha ido subiendo este número, incluso en los años de pandemia del Covid. La cifra se encuentra, actualmente, en 16.878, es decir, un crecimiento del 28,57% en las denuncias anuales de este tipo de delitos.
Denuncia de pérdida de autoridad
Los sindicatos y asociaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ya han denunciado esta situación de los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.
Entre otras cosas, ponen el grito en el cielo porque consideran que ha habido una pérdida de autoridad constante en los últimos años. Así lo denunció Independientes de la Guardia Civil (IGC) después de que se conociera que una juez de Canarias condenó a seis personas al pago de una multa pírrica de 100 euros y seis meses de cárcel por pegar una paliza a dos agentes de la Guardia Civil y provocar que uno de ellos se quedase inconsciente y acabara pasando más de 3 días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) «con riesgo de muerte».
Y es que el agente tuvo que ser sacado del lugar de los hechos por el compañero con el que se había desplazado al emplazamiento en el que fueron atacados. Tal era su situación que tuvo que someterse a varias intervenciones quirúrgicas durante su ingreso tras terminar con golpes en la cabeza, fractura del tabique nasal y magulladuras.
A pesar de todo ello, el Juzgado de lo Penal número 1 de Arrecife (Las Palmas), sólo condenó a la mitad de los agresores, es decir, a seis de los 12 que atacaron al miembro de la Benemérita. También han sido condenados a seis meses de prisión, lo que significa que, si no constan antecedentes penales, no tendrán que entrar en la cárcel.
A mediados de marzo, los agentes se manifestaron frente al Congreso para exigir los mismos derechos que las policías autonómicas. «Desde la plataforma exigimos que Guardia Civil y Policía Nacional sean reconocidos como grupo de riesgo y se garantice de una vez por todas la equiparación salarial con el resto de cuerpos policiales autonómicos», manifestaron en esta protesta. En ella, ejercieron de portavoces los secretarios generales del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Mónica Gracia, y de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Juan Fernández.