Hollywood es el lugar perfecto para resurgir de las cenizas

Si hay algo que a Hollywood le apasiona, aparte de descubrir talentos que surgen de la nada y brotan como la espuma, es dar segundas oportunidades de gloria a actores condenados al ostracismo. Como se suele decir, en la ciudad de los Ángeles caes hacia arriba y nada gusta más que la vuelta de una vieja gloria a la cima porque demuestra y conecta el sentimiento compartido en el que siempre se puede volver a ganar. Este “efecto Rocky” es del que se aprovecharon varios actores para resurgir de sus cenizas.

Michael Keaton o el regreso del Caballero Oscuro

Después de ser un actor icónico para Tim Burton con las dos entregas de Batman y Bitelchus, Keaton no tuvo un gran número de proyectos conocidos durante los 90, Solo Jackie Brown de Quentin Tarantino  fue un título destacado en esa década para el actor, que años después encadenaría películas inferiores para lo que el mismo fue en los 80. Game 6, Herbie: A tope, Una hija diferente… el inicio de los 2000´s fue una etapa vapuleada por la crítica, pero en 2014 apareció su salvación: Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia). En ella interpretaba a un actor que había hecho de héroe alado en otro tiempo, en el que como actor tuvo algo de fama ¿os suena de algo? Keaton protagonizo esta historia con ciertos tintes autobiográficos en la que fue nominado al Oscar. Después vendrían títulos como Spiderman: Homecoming y Spotlight, papeles que confirmarían su resurgir de las cenizas.

Matthew McConaughey ¿Demasiado guapo para ser buen actor?

En el mundo del entretenimiento y de la actuación ser un icono de belleza es un arma de doble filo. Matthew McConaughey comenzó su carrera con títulos destacables como Tiempo de matar y Contact, pero después se pasó 8 años saltando de una comedia romántica a otra hasta que desaparecieron los papeles interesantes para él. El inocente, Mud y El chico del periódico demostraron que todavía tenía mucho que ofrecer, pero definitivamente el salto a la élite lo dio en 2013 con Dallas Buyers Club y su Oscar a mejor actor protagonista.

Mickey Rourke, el luchador literal

El retiro de Rourke fue totalmente voluntario. Quería dedicarse a su otra gran pasión el boxeo y no se le fue nada mal porque en el tiempo que estuvo compitiendo resulto imbatido. ¿Lo malo? Un combate le destrozo la cara y tuvo que pasar por quirófano. Rourke había perdido su herramienta de trabajo durante los 80, un bello rostro del que era un auténtico fenómeno de masas. La cinta de Darren Aronofski, El luchador le valió una nominación al Oscar que le permitió acceder a castings de grandes superproducciones como Iron man 2 (aunque reniegue de ella)

Christian Slater

Fue un actor recurrente en los 80 e inicios de los 90. Papeles como El nombre de la rosa le catapultaron a la fama y Amor a quemarropa lo transformó en un auténtico rebelde de la pantalla grande. Slater iría encadenando varios papeles secundarios en obras menores. Esta vez, el resurgir de las cenizas vendría de la serie de televisión Mister Robot. El éxito de la serie le vino de un protagonismo compartido con Rami Mlek.

John Travolta

La historia del resurgir de John Travolta es la de un cuento de hadas, pero al contrario de lo que la tradición marca esta vez fue la princesa la que salvo al príncipe. La princesa en cuestión fue Diana de Gales y el palacio, La casa blanca en una recepción orquestada por Ronald Reagan. Travolta venía de ser un icono en los 80, pero pasaba por un momento en el que nadie le llamaba para trabajar. La princesa Diana era una gran aficionada al baile y pidió bailar con el actor. La imagen de ambos fue un boom mediático y al día siguiente el teléfono no paraba de sonar, primero llegó ¡Mira quién habla ahora! Y después la película que todo el mundo conoce: Pulp Fiction.