El atropello de Toledo fue un crimen machista: acusado de homicidio el conductor que mató a su mujer
La Delegación del Gobierno en Castilla La Mancha ha confirmado que el atropello de una mujer en Val de Santo Domingo (Toledo) se trata de un crimen machista, el número 50 en lo que llevamos de año. La Guardia Civil acaba de pasar a disposición judicial al marido de la víctima acusado de homicidio en el ámbito familiar. El amigo que acompañaba en el coche al presunto homicida está acusado de encubrimiento.
La pareja de la víctima, ahora puesta en manos del Juzgado de Guardia de Torrijos junto a su encubridor, tenía antecedentes por violencia de género con la misma mujer en febrero de 2023. El caso estaba inactivo porque no se apreció riesgo. Su amigo, puesto a disposición judicial acusado de encubridor, viajaba en el coche con el presunto asesino en el momento del atropello en Toledo y testificó apoyando la versión del conductor de que no habían visto a la víctima, sólo un bulto en el asfalto que apenas pudieron esquivar.
La secuencia de los hechos arranca la noche del jueves en un bar de la localidad de Santo Domingo. Allí, los vecinos fueron testigos de una fuerte pelea entre la pareja, en la que Marcos, de 45 años, llegó a golpear con una muleta a su mujer Sandra Brigitte de 41, en presencia de un amigo del primero. La discusión fue de tal calibre que las camareras llamaron al encargado del bar para apaciguar los hechos.
Tras la violenta escena, Sandra abandonó el bar para regresar a pie a su domicilio en el pueblo cercano de Alcabón. Marcos y su amigo también salieron del bar durante un espacio de tiempo en el que no se sabe donde estaban, al rato volvieron al local a beber, y finalmente se marcharon diciendo que iban a coger el coche para buscar a la mujer
A las 22:00 los dos amigos llamaron al teléfono de emergencias 112, informando de que habían encontrado el cuerpo la mujer boliviana de 41 años, tirado en la calzada a la altura del kilómetro 1 de la carretera TO-1231.
Los servicios de emergencia que acudieron, pronto verificaron que la mujer había sido víctima de un atropello. A los guardias civiles que se personaron en el lugar, el marido y conductor les dijo que no había visto a la mujer, «Vi un bulto en la calzada, me bajé a comprobar que era, y se trataba de ella». Allí mismo, Marcos dio positivo en el test de alcoholemia.
En las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo, tanto Marcos como el amigo que le acompañaba de copiloto han dado una versión similar de los hechos. Mantienen que no vieron a la mujer cuando caminaba por la carretera, que frenaron y dieron un volantazo y solo vieron un bulto que resultó ser el de la fallecida.
Los guardias detuvieron en primera instancia al conductor por el homicidio imprudente de su mujer en el atropello de Toledo y por un delito contra la seguridad del tráfico por conducir bajo los efectos del alcohol. Ya entonces, los investigadores sospechaban que el detenido atropelló intencionadamente a su mujer en lo que podría ser un nuevo caso de violencia de género.
Ahora, tras llegar las prueba e interrogar a todos los testigos, la Guardia Civil ha pasado a disposición judicial al conductor por un homicidio en el ámbito familiar y a su amigo, que le acompañaba en el coche, por encubrir el crimen.