MUERTE EN TRASPINEDO

El amigo de Esther López dejó su móvil 2 horas en Valladolid para volver a Traspinedo sin ser rastreado

Esther López
Esther, la casa de Óscar y su coche.
  • Alfonso Egea/ Luis Miguel Montero

Un informe de la Guardia Civil sostiene que Óscar, uno de los tres investigados por la desaparición y muerte de Esther López en Valladolid, dejó durante dos horas su teléfono móvil en su casa de Valladolid para evitar ser rastreado mediante posicionamiento y regresó el 13 de enero de 2022 a la localidad de Traspinedo. Lo hizo entre las 21.01 y las 22.11 horas del día después de la desaparición de Esther López.

Los investigadores que llevan a cabo las pesquisas sobre la muerte violenta de Esther López en Traspinedo están realizando un exhaustivo trabajo en la recopilación de datos técnicos. Así se desprende de un extenso informe al que ha tenido acceso OKDIARIO que demostraría que el teléfono móvil de Óscar, la última persona que vio con vida a Esther, se habría quedad durante un par de horas en su casa de Valladolid y sin embargo este joven regresó al chalet familiar de Traspinedo en la urbanización El Romeral, donde el móvil de Esther López posicionó por última vez la madrugada que desapareció.

¿Cómo pudo saber la Guardia Civil que Óscar regresó el día 13 de enero al pueblo si no llevaba el teléfono móvil? Por las conexiones del sistema integrado de su vehículo, de una marca alemana que envía datos a la central del fabricante.

Según la investigación, «se ha podido constatar que el investigado (Óscar) en una segunda ocasión a pocas horas de la desaparición de la víctima (Esther) intenta ocultar un nuevo desplazamiento hasta la localidad de Traspinedo de 1 horas y 10 minutos, entre las 21.01 y las 22.11 horas del día 13 de enero».

Para contrastarlo la Guardia Civil pudo comprobar que «el sistema integrado de comunicación que identifica al vehículo Volkswagen, modelo T-Roc, utilizado habitualmente por Óscar, entre las 21.01 y las 22.11 horas de ese día 13 de enero habría activado la misma antena -BTS- que durante la tarde noche de los días 12 a 13 de enero, que daría cobertura al menos a la zona del restaurante La Maña y la urbanización Los Romerales de Traspinedo, lo que acredita la presencia de ese vehículo ese día 13 de enero en las proximidades de la vivienda familiar de Óscar en Traspinedo por segunda vez».

Los agentes hablan de segunda vez porque Óscar dijo que la noche de la desaparición de Esther había dormido en ese chalet de su familia en el pueblo y así quedó también científicamente demostrado tanto por su propio teléfono móvil como por el posicionamiento de su vehículo.

Además, los investigadores son rotundos al mantener que «se ha comprobado que mientras el vehículo del investigado se encuentra en las proximidades de su vivienda en Traspinedo el terminal móvil del investigado se encontraría encendido en su domicilio de Valladolid pero sin interacción por parte de su usuario, al menos desde las 20.29 y las 22.58 horas como se puede deducir de los registros de conexiones». Por tanto, según añaden en la documentación, «se concluye que el investigado Óscar supuestamente se desplazó en una segunda ocasión, el día 13 de enero, hasta las proximidades de su vivienda en Traspinedo donde pocas horas antes había desaparecido Esther López, intentando hacerlo subrepticiamente dejando para ello su teléfono conectado en su domicilio de Valladolid».

Las contradicciones del último amigo que vio a Esther con vida quedaron también evidentes en sus declaraciones, según este informe elaborado por la Guardia Civil, donde se refleja que «en relación con el investigado Óscar hay que destacar la escasa credibilidad que merecen las versiones dadas por el mismo en las dos declaraciones que prestó en calidad de testigo ante los agentes de la UOPJ de Valladolid, siguiendo la declaración de Óscar del día 20 de enero resulta incongruente que Esther quisiera seguir de fiesta y no hubiera sido percibido por (otro testigo) habida cuenta que se encontraba con ella en esas horas de madrugada» y añaden que «tampoco resulta coherente que en los escasos 300 metros que transcurrieron desde haber dejado a (testigo) hasta que la mujer se apeó de su vehículo se hubiese iniciado una disputa, poniendo el foco en la testifical de (testigo) éste no percibió controversia alguna».

Que Esther y Óscar estuvieron juntos aquella noche no lo pone nadie en duda, ni siquiera el propio investigado, pero es que además los agentes demostraron que «la ubicación y cobertura de las conexiones del terminal móvil de Esther coincide con el terminal telefónico de Óscar y el coche de éste en el mismo lapso de tiempo, siendo compatibles la ubicación de ambos terminales con las inmediaciones o el interior de esta vivienda».

Los investigadores también han demostrado que «aún habiendo sido avisado ese día 13 de enero hasta en dos ocasiones de la circunstancia de que se desconocía el paradero de su amiga Esther y de que su teléfono no recibía los mensajes y llamadas, no hay constancia de que Óscar tratara de ponerse en contacto con Esther o se interesara por conocer el estado de ésta, hasta el día 18 de enero que mantiene una comunicación con la hermana de Esther». Sin embargo, el resto de amigos que estuvo con Esther la tarde anterior a su desaparición sí intentaron contactar con ella.

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