Multa de 1.080 € a un mosso por apalear a un menor que había robado en el huerto de su madre

mossos-esquadra
Unos mossos d'esquadra en plena intervención. (Pedro Mata /Flickr)

Han pasado siete años de los hechos, pero por fin se ha hecho justicia… ¿o no tanto? El mosso d’esquadra que apaleó a un menor y lo roció con espray repelente, a él y a dos amigos suyos, sólo tendrá que pagar una multa de 1.080 euros por su abuso de poder y de fuerza. El agente de la autoridad se tomó la justicia por su mano en 2009 después de que los chicos entraran en el huerto de la madre del mosso a robar.

Todo tiene una explicación. El titular del juzgado de lo penal número 1 de Barcelona que ha condenado a esa irrisoria al agente, que en principio se exponía a penas de dos años de cárcel, explica en su sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, que efectivamente es culpable de tres delitos de lesiones, dos de ellos leves, pero le aplica la atenuante de dilaciones indebidas, al entender que las demoras de siete años en el proceso no son imputables al acusado.

Los hechos

El mosso d’esquadra había sido requerido por su madre el 2 de junio de 2009 para que buscara a unos jóvenes que habían entrado en un huerto de su propiedad, situado en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), y tras romper la puerta de acceso se habían llevado una tortuga y soltado a 10 pájaros de una jaula.

Según la sentencia, el agente, que estaba fuera de servicio, localizó a los menores, que en la época tenían 15 y 16 años de edad, en la calle Mossèn Pere Tarrés de Sant Boi y, sin mediar palabra, los roció el rostro con un espray de autodefensa, lo que motivó que los niños se dieran a la fuga.

El procesado, sin embargo, logró retener a uno de los menores, al que volvió a rociar la cara con espray para, posteriormente, tirarlo al suelo y darle puñetazos en la cabeza, añade la juez en su sentencia.

Tras hacerse con el móvil del menor, el mosso d’esquadra se lo llevó a un callejón, le obligó a arrodillarse para recuperar su teléfono y, aprovechando que se encontraba en esa posición, le propinó un rodillazo en la cara con el que le provocó un herida abierta en la ceja derecha.

Posteriormente, sacó la defensa extensible que tenía por su condición de mosso d’esquadra y también le golpeó con ella, sostiene la sentencia.

A consecuencia de la agresión, el chico sufrió lesiones y contusiones en distintas partes del cuerpo, de las que tardó 21 días en curar, y arrastró como secuelas un síndrome de estrés postraumático, por el que tuvo que seguir tratamiento psicológico durante tres meses.

La juez reprocha al agente que, pese a su condición de mosso d’esquadra, «no llamó inmediatamente a la policía tras hablar con su madre, para que acudieran agentes de servicio a efectuar la detención, ni tampoco los llamó tras localizar a los chicos, pudiendo hacer un simple control de los mismos hasta que llegaran sus compañeros de servicio».

«Contrariamente, decidió actuar por su cuenta, y aun cuando no estaba de servicio, dotado con herramientas propias de su función como un espray de defensa y la defensa extensible, decidió intervenir personalmente con los menores», critica la magistrada.

En declaraciones a Efe, el abogado de la acusación particular ejercida por el menor, ha asegurado que la familia de la víctima se siente «satisfecha» con la condena, porque da por probado que los chicos dijeron la verdad cuando acusaron al agente de haberlos atacado.

Sin embargo, el letrado, que en principio pedía cuatro años de cárcel para el agente, ha considerado «lamentable» la rebaja de condena de que se ha beneficiado en acusado debido a la demora tanto en la investigación del caso -a cargo del juzgado de instrucción número 2 de Sant Boi- como en el señalamiento del juicio y el trámite de calificación por parte del Ministerio Fiscal.

El letrado ha recordado que presentó una queja ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), en la que ya alertó de las dilaciones indebidas que soportaba la causa.

Lo último en Sociedad

Últimas noticias