La dura e inesperada pérdida que ha destrozado a Miguel Ángel Revilla
Alguien no ha elegido el mejor momento para salir en defensa de los lobos en Cantabria. Justo cuando su presidente, Miguel Ángel Revilla, aún llora por la muerte de Luci, una mastina a la que le unía una gran amistad según él y que ha muerto devorada por una manada de lobos.
Un suceso que ha coincidido con la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) de suspender las autorizaciones de la Consejería de Ganadería para cazar una decena de lobos en varios municipios de tres zonas de la región.
Revilla ha advertido que «va a ir a todas las instancias judiciales» para defender la posibilidad de hacer controles de la población del lobo y evitar la actual «superabundancia» y las «escabechinas diarias» que estos animales generan al ganado.
El carismático político cántabro afirma que, según los datos que tiene el Gobierno a través de su personal de guardería, en Cantabria hay 19 manadas de lobos que provocan «verdaderas escabechinas diarias» y están «expulsando a los ganaderos de los pueblos».
Revilla ha reconocido que tuvo «una bronca» por este tema con el ponente de la resolución del TSJC, José Ignacio López Cárcamo, con el que coincidió en el acto de apertura del año judicial. «No sé si debiera decirlo», ha dicho.
El presidente regional cree que, en dicha discusión, el ponente del auto, que fue uno de los que votó a favor de la suspensión de las autorizaciones, «no le aguantó todos los argumentos» que le expuso para justificar las «entresacas» de lobos en las zonas donde hay «superabundancia» de la especie. «Nada más que eso», ha aseverado.
«En una balanza lobo-persona yo soy partidario de la persona», ha dicho Revilla, que ha señalado que es esto lo que intentaba explicar al magistrado.
Y respecto a las medidas de protección del ganado que, según la Sala, deberían aplicarse antes de la extracción del lobo, Revilla ha hecho alusión a la presencia de mastines como Luci que en algunos casos son también víctimas de los lobos.
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