¿Cómo puedes recuperar el esplendor de la piel del rostro después del verano?

El verano llega a su fin y es momento de pensar en los tratamientos que debemos realizarnos para reparar los daños que el sol y otros excesos han ocasionado a nuestra piel.

Cuando volvemos de vacaciones y hemos estado disfrutando de días de playa y piscina, percibimos los efectos negativos derivados de la exposición al sol, así como los producidos por otros agentes externos como el cloro, la sal o los malos hábitos alimenticios, que provocan diferentes efectos negativos en nuestra piel. La doctora Yaiza Fernández, de la Clínica Estética Anthea de Montecarmelo explica las razones por las que perdemos “jugosidad” en la piel y las fórmulas para recuperarla.

Pérdida de hidratación

La principal consecuencia es que provoca descamación, piel seca y áspera y nuevas arrugas, lo que hace que se vea la piel más apagada, “como si nos hubiéramos ido a la calle sin lavarnos la cara y sin echarnos ni gota de crema”. También puede provocar que aparezcan nuevas manchas o aumento de la intensidad de las que existían previamente.

Pérdida de brillo

Es otra de las consecuencias de una larga exposición al sol, que hace que la piel adquiera un tono apagado y poco atractivo. La piel tiene un aspecto de más gruesa y rugosa.

Las soluciones

Si bien es cierto que la piel tiene memoria y el exceso de sol (y otros contaminantes) van a dejar siempre una huella en las capas más internas de la piel, no es menos cierto que existen numerosos tratamientos que nos van a ayudar a contrarrestar estos posibles efectos negativos.

-El peeling químico

El peeling facial es uno de los tratamientos estéticos más demandados después del verano. Consiste en la aplicación de sustancias con capacidad exfoliante cuya finalidad es la de conseguir eliminar la capa superficial de la piel del rostro y que esta se regenere de nuevo de manera rápida. De este modo vamos a conseguir tener una piel más suave, tersa y luminosa, eliminando impurezas, pequeñas arrugas, manchas o marcas de acné.

El peeling se puede realizar con diferentes grados de profundidad en función de las imperfecciones que queramos eliminar. Al producirse la renovación celular en las diferentes capas de la piel conseguimos mejorar los signos del envejecimiento, favorecer la hidratación y la formación de colágeno y elastina.

-Láser fraccionado de Co2

Con el láser fraccionado de Co2 podemos suavizar las manchas producidas por el sol y, además, mejorar la textura y el tono de la piel. El tratamiento es ideal para realizarlo en los meses de otoño e invierno y consiste en un micro haz de luz que penetra profundamente en las capas de la piel. De esta manera se consigue mejorarla significativamente combatiendo los signos de envejecimiento o tratando alteraciones dérmicas como cambios de coloración, cicatrices, lunares y flacidez, entre otras.

-Rehidratación con ácido hialurónico

El ácido hialurónico es una sustancia presente de forma natural en nuestra piel y tiene la función de ayudar a que esta se mantenga hidratada. Tanto los agentes externos como el paso del tiempo hacen que disminuya su producción natural con la consiguiente deshidratación y aparición de las arrugas. Por ejemplo, con la llegada de la menopausia se pierde progresivamente.

Con este tratamiento conseguimos recuperar su pérdida y, por tanto t,la hidratación de la dermis en diferentes zonas como pueden ser el escote, la cara o el cuello. Tras el tratamiento percibiremos una mejora en la textura y luminosidad de la piel. Es, sin duda, el rey de los tratamientos porque es muy completo dejando la piel con aspecto jugoso, sano y joven.

-Toxina botulínica para arrugas de expresión.

Otro de los tratamientos estrella para mejorar el aspecto de nuestra piel después del verano es el realizado con toxina botulínica. O, más conocido como bótox. Como consecuencia del efecto del sol puede producirse un incremento de las arrugas de expresión y este tratamiento es eficaz para ponerle remedio.

El uso de la toxina botulínica está especialmente indicado para esta época, ya que su aplicación hace que la piel luzca un aspecto más natural, con menos arrugas y con una expresión facial más relajada.

Otros consejos

La piel refleja bastante bien cómo nos cuidamos por dentro, aunque también influye la genética que tengamos. Como siempre, para llevar una vida saludable y que esto se refleje por fuera se recomienda evitar tóxicos como exceso de alcohol (lo ideal es cero alcohol), tabaco, comidas poco saludables, ambientes contaminantes y no tener una limpieza constante así como una hidratación diaria en la piel, por las mañanas y antes de acostarnos.

Los tratamientos de estética han avanzado muchísimo en los últimos años, pero la piel, desde donde mejor se cuida, es desde dentro, es decir, llevando una vida saludable.