Alopecia universal: Un antiguo problema que cobra actualidad
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La alopecia areata es entendida como una perdida de cabello, en placas bien delimitadas que pueden confluir llegando a una alopecia universal que se extiende incluso al vello corporal.
Es importante entender el concepto y el origen de la enfermedad (que no ha de confundirse con otras formas de alopecia generalizadas como la alopecia androgénica, relacionada con la sensibilidad del folículo de pelo a las hormonas masculinas).
La alopecia areata y de una manera simplista es aquella forma de alopecia, en la que la perdida del cabello, se produce por el ataque erroneo de nuestro sistema inmunitario a los folículos de pelo. Influyen factores genéticos, pero tras lo expuesto habrá que descartar siempre la existencia de otras enfermedades autoinmunes, especialmente tiroideas. Y por su activación «inadecuada» del sistema inmunitario es esta una forma de alopecia mas frecuente en pacientes con dermatitis atópica, incluso en periodos infantiles.
En los últimos años hemos visto un crecimiento en el numero de pacientes que evolucionan de formas localizadas de alopecia areata a formas universales con afectación de todo el pelo corporal. Las consecuencias psicológicas y en el ámbito social de la enfermedad son muy graves e implican un condicionamiento el desarrollo normal del individuo. Por otro lado el estrés que ello acarrea, favorece el agravamiento de una enfermedad cuya base inmunológica favorece la interrelación del proceso con el estado animico del paciente.
El tratamiento es mas eficaz cuanto mas precozmente se aborde, pues formas clínicas de mas de cinco años de evolución muestran una peor respuesta terapéutica, independientemente del fármaco o tratamiento utilizado.
El tratamiento puede ser local, y en este caso o bien el uso de inmunosupresores (corticoides, tacrolimus…) tópicos o inyectados, cuyo objetivo es reducir la activación linfocitaria contra el folículo capilar, en otros casos la terapia local va encaminada a provocar una «sensibilización» de la zona intentando «engañar» al sistema inmunitario para que centre su atención y su respuesta en esa agresión y abandone la destrucción del folículo sano.
Hay además tratamientos sistemico, por via oral, también con inmunosupresores, esta pauta suele tener buenos resultados pero hasta el momento se limitaba prácticamente a corticoides orales lo cual planteaba un conflicto al tratarse de terapias a largo plazo donde la duración conlleva una aumento de los efectos secundarios en probabilidad e intensidad.
En los últimos años hemos asistido a la aparición de la que puede ser la solución para estos casos en los que la terapia local no consigue resultados y hermos de plantearnos un tratamiento largo y sistemico. El desembarco del baricitinib (inhibidor de janus kinasa) en dermatología, para el tratameinto de la alopecia universal ha supuesto una hallazago esperanzador.
Este fármaco usado hasta ahora en patologías como la artritis reumatoide, ha sido aceptado este ultimo año por la EMA, como un fármaco de elección en el tratamiento de la alopecia universal, con resultados en mas del 80% de los pacientes (con variedad en la mejoría) que se mantienen en el tiempo, y cuyos efectos secundarios son tolerables aceptando la perspectiva de terapias a muy largo plazo.
Dra. Elisa Pinto
Jefe de Dermatología Hospital Ruber Juan Bravo 39, Madrid