Receta de helado de yogur con melón

El helado de yogur con melón es perfecto para refrescarse en los días calurosos. La idea del yogur helado no es tan vieja, data del siglo XX, aunque la historia del helado sí es más antigua. Se cuenta que ya los romanos hacían sorbetes mezclando nieve, miel y frutas, y que Nerón se hacía llevar nieve de los Alpes para que le hiciesen esta preparación. Pero también los chinos tienen su historia con el helado, y lo hacían de la misma manera que los romanos, combinando frutas, miel y nieve.

El yogur, por otro lado, tiene una trayectoria igual o más antigua que el helado; algunos historiadores sitúan el origen de esta maravilla fermentada en Turquía (de hecho, la palabra yogur es turca), aunque otros dicen que proviene de Asia Central, Bulgaria o la península balcánica. Se sospecha que se consume antes de la invención de la agricultura (lo que nos da una idea de su antigüedad). La leyenda que conocemos es que los pueblos nómadas guardaban la leche obtenida de los animales en bolsas hechas generalmente de piel de cabra.

En el traslado de un sitio a otro, el calor y el contacto de la leche con la piel de la cabra hacía que se fermentase, transformando la leche en una masa semisólida y coagulada. Se convirtió en un alimento importantísimo para estos pueblos nómadas, fuente de proteínas y nutrientes indispensables. Hacerlo helado fue una excelente idea.

Ingredientes:

Cómo preparar helado de yogur con melón:

1. Trocear el melón y ponerlo en el congelador toda la noche.
2. Reservar el yogur en el congelador durante 4 horas.
3. Poner ambos ingredientes en el vaso de la batidora y triturar hasta obtener una consistencia fina y cremosa.
4. Agregar las dos cucharadas de leche líquida y la fructosa. Batir de nuevo.
5. Distribuirlo en vasos individuales y guardarlos en el congelador hasta que se sirvan.

Puedes preparar el helado de yogur con melón de un día para otro, y agregarle más fructosa si lo quieres de sabor un poco más dulce, aunque lo ideal es que se conserve el carácter un poco ácido del yogur.

Es una idea perfecta cuando ya se acercan los días de temperaturas más altas, pues este helado es muy refrescante. Si lo deseas, añádele un toque de zumo de limón, lo cual también hará que la consistencia sea más cremosa y el sabor ligeramente cítrico, que contraste con el dulce.