Sánchez amenaza de farol a las redes sociales
En el año 2022 el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó 39 leyes ordinarias, 15 leyes orgánicas y 20 reales decretos leyes. El año anterior había aprobado 22 leyes, 11 leyes orgánicas y 32 reales decretos legislativos. Pero luego vinieron las elecciones de 2023 tras las que este año 2024 que ya se acaba, Sánchez lleva aprobadas sólo 5 leyes ordinarias, 6 leyes orgánicas y apenas 8 reales decretos leyes, incluidas la amnistía, la ley de paridad, la reforma del poder judicial y la ley ELA. Casi un 70% menos de diarrea legislativa gracias a que Pedro Sánchez no tiene los mínimos apoyos parlamentarios que precisa cualquier Gobierno para sacar adelante sus proyectos, por lo que no debería haber aceptado ni siquiera ser investido.
Yo ya he perdido la cuenta, pero la semana pasada OKDIARIO publicó que el Gobierno de Pedro Sánchez acumula 50 derrotas en el Congreso en el poco más de un año que lleva de legislatura. Enorme cifra a lo que hay que sumarle la innumerable cantidad de proyectos legislativos que no ha llegado a presentar a votación sabiendo de antemano que la iba a perder. La proporción es evidente; sumando leyes ordinarias, orgánicas y decretos leyes, en 2024 Pedro Sánchez sólo ha conseguido sacar adelante 19 proyectos, fracasando en 50 más los que no ha llegado a presentar. Pedro Sánchez ha entregado todo lo que tenía a cambio de los votos que necesitaba para seguir viviendo en La Moncloa y viajando en Falcon y se ha conformado con eso, sabiendo que no tiene nada más que entregar.
Y con esta incapacidad manifiesta para gobernar, tiene el descaro de anunciar este martes que el Consejo de Ministros ha aprobado un Anteproyecto de Ley Orgánica Reguladora del Derecho de Rectificación que no va a aprobar porque ni tiene votos para hacerlo, ni los partidos minoritarios con los que necesitaría contar tienen el menor interés en que se apruebe nada que no tenga que ver con la amnistía de los golpistas, la liberación de etarras o el aumento del dinero y de las transferencias de competencias para sus respectivas comunidades autónomas. Lo anuncian y se quedan tan anchos sabiendo que no engañan a nadie y todos sabemos que sólo se trata de otra fanfarronada más.
Dice Pedro Sánchez que él ha decidido que va a hacer rectificar las opiniones publicadas en redes sociales por quien él quiera, y que eso lo va a convertir en una Ley Orgánica que necesita una mayoría absoluta en el Congreso con la que no cuenta ni de broma. Anuncia el presidente del Gobierno que él piensa obligar a rectificar lo que no le guste que publique quien tenga más de 100.000 seguidores en una red social o más de 200.000 sumando varias. Y amenaza el líder del PSOE con que piensa obligar a que las plataformas de estas redes sociales establezcan «un mecanismo fácilmente accesible para facilitar el ejercicio del derecho de rectificación». O sea, que Elon Musk se gastó 44.000 millones de dólares para convertir Twitter en un lugar donde se respeten la libertad de expresión y el derecho a la información, y ahora le va a dar las llaves a Sánchez para que los progres vuelvan a censurar todas las opiniones que no les gusten. Te tienes que reír.
Los expertos en Derecho Constitucional ya han anunciado que este ridículo proyecto de censura progre vulnera al menos cuatro principios constitucionales, como son la libertad de expresión y de prensa, el derecho de participación política, la seguridad jurídica y la igualdad de los ciudadanos. Aunque teniendo a Cándido Conde Pumpido al frente del Tribunal Constitucional, que ha sido capaz de «indultar» a los máximos responsables del robo de 680 millones de euros a los parados de Andalucía, poca esperanza supone la inconstitucionalidad de esta nueva amenaza censora.
Ahora que los progres anuncian que abandonan en masa la red social X para irse a otra en la que están ellos solos y sus publicaciones carecen de audiencia, se piensa Pedro Sánchez que él solito va a ser capaz de ponerle un bozal a Elon Musk para que los suyos recuperen el poder que tenían antes. Pero como no tiene votos para aprobar nada, esto no es más que una amenaza de farol para ver si alguien se asusta y se autocensura, así como un anuncio que no sirve para nada más que para tener unos días contentos a los progres, pensando que les van a dar este caramelito censor que no les puede entregar.