La mejor hipoteca del mundo
A finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI, se produjo en España un crecimiento económico muy intenso, como hacía mucho tiempo —desde el desarrollismo español— que no se daba en nuestro país: el PIB crecía de manera robusta y el empleo que se generaba era abundante, hasta romper la tradicional barrera de 12 millones de ocupados, para llegar a superar los 18 millones de cotizantes a la Seguridad Social. A mediados del año 2006, comenzó a desacelerarse la construcción, que siempre actúa como indicador adelantado y, efectivamente, tras el estallido de la crisis de las hipoteca basura en Estados Unidos, en agosto de 2007, la desconfianza se instaló entre las entidades financieras de todo el mundo y la economía internacional comenzó a resentirse: se cancelaron inversiones, se frenó la actividad económica y se destruyó empleo. En España, tras tardar más de dos años en reaccionar por parte el Gobierno del presidente Rodríguez Zapatero, el paro alcanzó cifras inimaginables, con seis millones de desempleados.
Entonces, y durante los largos años de la crisis, movimientos muy cercanos a posiciones de extrema izquierda, intensificaron un discurso fácil y demagogo, aprovechando el desánimo de muchas personas. Su tesis se basaba en que el capitalismo era malvado y responsable de todos los males de la sociedad, que había que acabar con lo que ellos llamaban la casta política, que los bancos eran unos usureros a la hora de conceder préstamos, que había que “okupar” las viviendas vacías, y que si un ministro se compraba legalmente, con su trabajo y esfuerzo de años, un piso de 600.000 euros, era una indecencia.
Los años han pasado, la crisis se ha ido, al menos, de momento, y aquellas personas que se manifestaban en Sol, que se erigían en defensores de los humildes, pobres y desamparados del mundo, se han asentado en el sistema capitalista, posiblemente se han olvidado de autolimitarse el sueldo a tres veces el salario mínimo, como decían, y se compran casas similares en precio que las que criticaban a algún ministro. Como defensa, esgrimen que cada uno puede gastarse su dinero como guste; nada que decir en contra, siempre que sea legal, cosa que no se pone en duda, pero es incoherente con lo que ellos decían, pues ellos sí que censuraban que cada persona pudiese hacer lo que considerase con su dinero. Frente a eso, muestran que esa casa, de precio similar a las que criticaban en el pasado, la pagarán con una cuota mensual de 1.600 euros durante treinta años, para amortizar los 540.000 euros del préstamo hipotecario más el pago de intereses. Si ésas son las cifras, se trata, sin duda, de la mejor hipoteca del mundo. Veamos unos sencillos cálculos de cuotas hipotecarias con el método francés, el habitual aplicado por las entidades financieras.
Una hipoteca de 540.000 euros a 30 años no origina cuotas de 1.600 euros al mes, salvo que el tipo sea de Euribor+0,69%, que con el nivel actual del Euribor, negativo, en -0,25%, genera un tipo de interés resultante de 0,44%. Con este diferencial extraordinario, la cuota mensual sería de 1.601,45 euros. Diferencial actualmente casi imposible, que no ofrecen las entidades ni a sus mejores clientes, pero, además, si es a tipo variable, no es para toda la vida, de manera que en 30 años lo normal es que el nivel del Euribor suba, puesto que el precio del dinero en términos negativos no es lo habitual. Si el tipo fuese fijo, cuyo mejor nivel para ese plazo puede llegar a ofertarse en 2,15%, la cuota mensual sería de 2.036,69 euros. Si es variable y sube el Euribor al nivel normal del objetivo de precios del BCE, el 2%, la cuota mensual sería de 2.247,64 euros con un Euribor+0,90%, que ya sería un diferencial muy bueno, sólo para clientes preferentes de las entidades financieras. Y si el Euribor llegase al 4% porque un recalentamiento de la economía llevase al BCE a subir tipos, con dicho diferencial el tipo se pondría en 4,90% y la cuota mensual en 2.865,92 euros. ¿Dónde está esa cuota de 1.600 euros mensuales? Sin duda, debe de tratarse de la mejor hipoteca del mundo.