Crece la ofensiva de la izquierda radical contra el Rey Juan Carlos

Crece la ofensiva de la izquierda radical contra el Rey Juan Carlos

Por segunda vez en pocos meses, la propuesta de crear una comisión de investigación en el Congreso, que analice la presunta responsabilidad e implicación del anterior Jefe del Estado en el cobro de comisiones por la adjudicación a empresas españolas del Ave del Desierto, no ha salido adelante. La ofensiva de los partidos de izquierda radical, junto con los independentistas y un PNV que inexplicablemente se sube al mismo carro, ha tratado de que la Cámara legislativa y de control al Gobierno lleve a cabo una causa en paralelo con la investigación del Tribunal Supremo anunciada la pasada semana.

El Rey Juan Carlos ha evitado de nuevo el proceso de los representantes de los partidos que pugnan por un cambio en el sistema de Estado gracias a que el PSOE ha permanecido fiel a su compromiso con el pacto constitucional de no poner en cuestión la vigencia de la monarquía que se acordó al elaborar la Carta Magna. Mientras esa lealtad de los socialistas permanezca, aunque para mantenerla haya que alinearse con el Partido Popular y VOX a la hora de votar en la Mesa del Congreso, la posibilidad de que los presuntos delitos de cobro de comisiones ilegales y blanqueo de capitales del Rey Juan Carlos no serán objeto de investigación por parte de los partidos en las dependencias del Palacio de la Carrera de San Jerónimo.

Pero no hay que pensar que esta nueva derrota de independentistas catalanes y vascos, diputados de Compromís y PNV, liderados por los socios de gobierno socialista, Unidas Podemos, ha hecho que se descarte la idea de airear en el Congreso los presuntos hechos ilegales que se atribuyen a don Juan Carlos. Todo lo contrario. Después de ser descartada la creación de la Comisión parlamentaria, desaconsejada también por los letrados del Congreso, los impulsores de la misma anunciaron que seguirán intentándolo por todos los medios ya que su rechazo es considerado una “aberración jurídica”.

No contentos con seguir en el intento de hacer declarar al Rey anterior en las salas del Congreso de los Diputados, algunos de los que apoyan esta iniciativa manifestaron su intención de exigir que se retiren de las dependencias de la Cámara legislativa todo retrato o efigie del anterior Jefe del Estado. Pero lo más chusco del asunto es la divergencia total que existe entre los integrantes de la coalición gubernamental. Mientras la portavoz parlamentaria del PSOE defendía que el Congreso no debe ni puede controlar a la institución de la Corona ni a los Reyes, el responsable de UP declaró que sus discrepancias evidentes con el PSOE en este asunto relativo al anterior monarca no está provocando disensiones graves entre los dos partidos que forman parte del Gobierno.

La ofensiva contra la institución monárquica no va a cesar por esta batalla perdida en el Congreso de los Diputados. Detrás de la estrategia de los que quieren que se cree la Comisión está el proyecto de los que afirman querer acabar con lo que ellos denominan el “régimen del 78”, que incluye el derrocamiento de la monarquía como símbolo de la unidad de España, y la sustitución de la Constitución por otra más acorde con sus planes.

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