Algas invasoras

Los expertos claman contra el alga invasora: no es una plaga, pero ya causa problemas en el Mediterráneo

Alga invasora, Mediterráneo, naturaleza
Recreación artística de algas invasoras.
  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

El alga asiática Rugulopteryx okamurae, originaria del Pacífico, ha pasado de ser una curiosidad biológica a un grave problema ambiental. En su entorno natural, Japón, China, Corea, Taiwán o Filipinas, mantiene un equilibrio con el resto de especies, pero en el Mediterráneo se comporta como una especie invasora sin control.

Fue detectada por primera vez en Ceuta en 2015 y su expansión ha sido fulgurante. Hoy ocupa amplias zonas del Estrecho de Gibraltar, la costa de Cádiz y otras regiones del sur peninsular.

Incluso ha llegado a las Islas Canarias, Madeira, las Azores y, más recientemente, al Mar Cantábrico. Según expertos consultados por DW, el cambio climático, la contaminación y la sobrepesca han facilitado su propagación al debilitar los ecosistemas nativos.

Cómo llegó el alga invasora Rugulopteryx okamurae a los mares europeos

Los científicos atribuyen su llegada al agua de lastre de los buques mercantes que viajan entre Asia y Europa. Al bombear y descargar estas aguas, los barcos transportan sin saberlo esporas y organismos microscópicos capaces de colonizar nuevas zonas.

El Mediterráneo, con sólo el 7% de la superficie marina mundial, concentra cerca del 30% del tráfico marítimo mundial, según datos de la Asociación Nacional de Barcos Eléctricos (ANBE).

Desde los años 70, la mitad de las especies no autóctonas del mar se han introducido por esta vía. Aunque la Organización Marítima Internacional (OMI) aprobó un convenio en 2004 para tratar el agua de lastre, este no entró en vigor hasta 2017, lo que permitió una década de libre expansión para especies como ésta.

Éste es el impacto ecológico y económico del alga asiática

El daño no se limita al medio ambiente. La Rugulopteryx okamurae ha paralizado la pesca artesanal en zonas como Tarifa y Algeciras, donde las redes se llenan de algas en lugar de peces. Además, las pérdidas anuales del sector superan los 3 millones de euros.

El turismo también sufre las consecuencias. Según recoge Euronews, en Cádiz, la acumulación del alga en playas como La Caleta ha obligado a retirar más de 1.200 toneladas desde mayo de 2025, generando olores desagradables y quejas de los visitantes.

Bajo el agua, la situación es aún más grave: la invasora cubre praderas marinas, priva de oxígeno a otras especies y destruye hábitats esenciales. Su rápida reproducción, tanto sexual como asexual, y la falta de depredadores naturales la hacen prácticamente imposible de eliminar.

Medidas urgentes y cooperación internacional contra el alga invasora

Las autoridades autonómicas y científicas coinciden en que la prevención y el control son la única salida viable. En Andalucía, la Junta ha puesto en marcha un plan de cuatripartito para enfrentar la crisis. Éste está basado en la investigación, monitoreo y educación, que incluye opciones para el reciclaje del alga.

Mientras tanto, los expertos abogan por una coordinación internacional real, uniendo ciencia, política y participación ciudadana. Plataformas de ciencia ciudadana ya han demostrado su utilidad al detectar nuevos focos, pero el reto es global.

El alga asiática sólo la primera señal de un proceso mucho mayor: el de un mar cada vez más vulnerable ante especies invasoras.

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