Si tu perro hace esto todo el rato debes preocuparte: lo advierte una experta veterinaria
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Hay comportamientos en nuestras mascotas que pueden parecer inofensivos o incluso adorables. Uno de ellos es ver a un perro lamiéndose las patas, algo que muchos dueños observan sin mayor preocupación. No obstante, lo que parecer ser una simple rutina de higiene o relajación puede esconder un problema de salud más serio.
Detrás de esta conducta repetitiva podría haber problemas dermatológicos, dolor físico o incluso trastornos de conducta. Reconocer cuándo el lamido deja de ser normal y se convierte en una señal de alarma puede marcar la diferencia en el bienestar de nuestro animal. Así lo advierte una veterinaria a través de sus redes sociales.
El consejo de una veterinaria sobre el lamido de patas en perros
En una publicación compartida en su cuenta de Instagram, la veterinaria Carmen Arteaga @mimartevet advierte sobre la importancia de prestar atención cuando un perro se lame las patas de forma insistente.
Según la experta, esta conducta es uno de los indicadores más frecuentes de que algo no va bien en su organismo y no debe considerarse una simple manía.
El lamido excesivo puede estar relacionado con un problema de salud tales como una dermatitis atópica canina, una reacción alimentaria adversa, parásitos internos o externos, etc.
La veterinaria insiste en que lo mejor es acudir al veterinario si el perro presenta este comportamiento de forma recurrente.
Causas del lamido excesivo en perros y qué hacer al respecto
Detrás de este comportamiento pueden esconderse numerosas causas físicas que van desde irritaciones cutáneas hasta dolencias más graves. Según los expertos de Kivet, las alergias (ya sean alimentarias o ambientales) son uno de los motivos más comunes. También pueden intervenir parásitos como pulgas o garrapatas, así como infecciones por hongos o bacterias.
Otro desencadenante habitual es el dolor localizado. Si el lamido se focaliza en una sola pata, puede deberse a heridas, espinas, picaduras o incluso a lesiones internas como esguinces o fracturas. En estos casos, es frecuente que el perro también cojee o evite apoyar la extremidad afectada.
Una vez descartadas las causas médicas, hay que considerar los factores conductuales. La ansiedad por separación, la falta de estimulación o el aburrimiento pueden llevar al perro a desarrollar este tipo de comportamiento compulsivo. De hecho, algunos lo utilizan como forma de autoconsuelo.
Qué hacer si mi perro no para de lamer sus patas
Si el lamido es persistente y viene acompañado de inflamación, dolor, enrojecimiento o pérdida de pelo, lo mejor es acudir al veterinario. Allí podrán realizarse pruebas para descartar alergias, infecciones u otras patologías. Mientras tanto, se puede evitar que el perro empeore la zona manteniendo la pata limpia y seca.
Si se confirma que la causa es conductual, se pueden aplicar cambios en la rutina: más ejercicio, juguetes interactivos, enriquecimiento ambiental y, en casos graves, apoyo de un etólogo o productos calmantes recomendados por un profesional.
El lamido excesivo de patas en perros no debe pasarse por alto. Puede ser una señal de que algo no marcha bien, ya sea a nivel físico o emocional. Una consulta veterinaria a tiempo es la mejor herramienta para proteger la salud de tu peludo de cuatro patas y prevenir complicaciones futuras.