Ver para creer: el número que siempre jugaba Doña Manolita jamás ha sido primer premio en la Lotería de Navidad

Cada año, miles de personas se congregan en Doña Manolita, la administración de lotería más famosa de España, con la ilusión de que su décimo sea el próximo Gordo de Navidad 2024. Pero pocos conocen el misterio que envuelve al número favorito de su fundadora, Manuela de Pablos: un número que, a pesar de su simbolismo, jamás ha sido premiado con el gran galardón.

¿Qué lo hace tan especial y por qué sigue siendo tan buscado? En este artículo te contamos todos los detalles que hacen del 15.329 un número cargado de misterio y esperanza.

La administración más famosa y su número eterno: Doña Manolita y el 15.329

Desde su fundación en 1904, la administración de lotería número 67, conocida como Doña Manolita, ha sido un ícono de sueños y fortuna en España. Situada en la céntrica calle del Carmen de Madrid, su fama atrae cada año a miles de personas que no dudan en hacer largas colas para adquirir un décimo con el célebre «toque de la suerte».

Pero detrás de este fenómeno se esconde una curiosidad poco conocida: el número preferido de Doña Manolita, el 15.329, jamás ha sido galardonado con el Gordo de la Lotería de Navidad.

El 15.329 no es cualquier número. Aunque ha aparecido en premios menores a lo largo de los años, nunca ha alcanzado la gloria máxima del primer premio. A pesar de ello, sigue siendo uno de los más buscados por quienes desean conectar con la rica historia de esta administración.

¿Por qué era tan especial para Doña Manolita? Aunque no existen registros oficiales que expliquen el apego de Manuela de Pablos —el verdadero nombre de Doña Manolita— por este número, hay quienes especulan que podría estar relacionado con una fecha o un acontecimiento significativo en su vida.

Esta aura de misterio no ha hecho más que alimentar la fascinación por el 15.329, al punto de convertirlo en un talismán para jugadores supersticiosos y nostálgicos.

El legado de Manuela de Pablos

Nacida en 1879 en el barrio de Chamberí, Manuela de Pablos destacó desde joven por su espíritu emprendedor. Con tan sólo 25 años, inauguró la administración 67 en la calle Ancha de San Bernardo, y rápidamente se ganó la confianza de sus clientes gracias a su carisma y a los premios que empezaron a salir de sus boletos.

Sin embargo, los primeros años no fueron fáciles. Según cuentan, Manuela decidió bendecir sus boletos ante la Virgen del Pilar en Zaragoza, y poco después comenzó a repartir importantes premios. Su reputación creció tanto que Doña Manolita se convirtió en sinónimo de buena suerte, y su administración en un lugar de peregrinación para los apostantes.

El negocio sobrevivió incluso a los bombardeos de la Guerra Civil, y tras varios traslados, se instaló en su ubicación actual en 2011. Hoy, más de un siglo después de su apertura, la administración sigue siendo un símbolo de esperanza y tradición, consolidando su lugar en la historia de la lotería española.

¿Romperá el 15.329 su maldición y hará honor a Doña Manolita?

Cada año, miles de personas apuestan por el 15.329, convencidas de que esta vez puede ser la definitiva. Su estatus como el «número fiel de Doña Manolita» lo ha elevado a la categoría de leyenda. Mientras algunos lo eligen por nostalgia, otros lo hacen por superstición o por el simple deseo de romper la «maldición» que lo ha mantenido alejado del Gordo.

¿Será este el año en que el 15.329 sea finalmente el elegido por la suerte? La respuesta la tendrá el bombo el próximo 22 de diciembre. Hasta entonces, la magia de Doña Manolita y su número predilecto seguirán alimentando la ilusión de miles de jugadores.