López Madrid recibió un chivatazo de la detención de Granados 15 minutos antes de que se hiciera pública
El consejero de OHL Javier López Madrid recibió sendos mensajes SMS que le alertaron de la detención de los dos principales implicados en la red Púnica de financiación ilegal del PP: el ex consejero de la Comunidad de Madrid Francisco Granados y Alejandro de Pedro.
Para borrar rastros, López Madrid eliminó estos mensajes antes de entregar su teléfono móvil ante el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, que en aquel momento le investigaba por presunto acoso sexual y amenazas a su dermatóloga, la doctora Elisa Pinto.
Como se ha sabido ahora, el empresario y yerno del constructor Juan Miguel Villar Mir había mantenido una intensa relación, tanto personal como económica, con algunos de los principales implicados en la operación Púnica.
Imputado en la Púnica por financiación ilegal al PP
El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ordenó el pasado el pasado día 11 a la Guardia Civil registrar la vivienda y el despacho profesional de Javier López Madrid, ante las evidencias de que habría participado en la financiación ilegal del PP. Por esta causa, ha sido citado a declarar como imputado.
López Madrid recibió en su teléfono iPhone 5S un escueto mensaje SMS el 27 de octubre de 2014: «La Policía detiene a Francisco Granados». Eran las 9:36 horas de la mañana, según el registro de su móvil.
De este modo, el empresario conoció la noticia 15 minutos antes de que los periódicos digitales informaran de la detención del ex consejero de la Comunidad de Madrid, cuya situación se había vuelto cada vez más comprometida después de que se conociera que había ocultado una cuenta con más de 1,5 millones en Suiza.
La reputación digital de las ‘niñas góticas’
Ese mismo día, a las 18:33 horas, Javier López Madrid recibió un segundo mensaje SMS con el siguiente texto: «La Policía ha detenido a Alejandro de Pedro».
En este caso, ya había sido difundida una hora antes por los medios la detención del empresario que la Comunidad de Madrid contrató con dinero público para limpiar la reputación digital de su vicepresidente, Ignacio González.
Aunque Alejandro de Pedro también había realizado trabajos similares para el PSOE, que le pagó 52.000 euros para limpiar la imagen de las hijas góticas de José Luis Rodríguez Zapatero tras su conocida fotografía con el presidente Barak Obama, tal como ha informado en exclusiva OKDIARIO.
Aquel 27 de octubre de 2014, la Fiscalía Anticorrupción y el juez Eloy Velasco habían puesto en marcha un dispositivo policial contra la trama Púnica de corrupción en Madrid, León, Murcia y Valencia.
Borró los mensajes comprometedores de su móvil
Entre los 50 detenidos se encontraban, además de Francisco Granados, el alcalde de Valdemoro, José Carlos Boza (PP), el de Parla, José María Fraile (PSOE) y el presidente de la Diputación de León, Marcos Martínez (PP).
Como se ha sabido ahora, la agenda de Granados intervenida por la Guardia Civil acreditaba que Javier López Madrid hizo donaciones ilegales al PP a cambio de la adjudicación de contratas públicas. Además, como adelantó este diario, el consejero de OHL comparte al menos dos sociedades con otro de los imputados en la operación Púnica, David Marjaliza.
El Juzgado de Instrucción número 26 de Madrid requirió el 23 de enero de 2015 a Javier López Madrid que entregara sus teléfonos móviles a la Guardia Civil para investigar los supuestos mensajes amenazantes que había cruzado con su dermatóloga, la doctora Elisa Pinto.
López Madrid no atendió este requerimiento hasta un mes y medio después, el 2 de marzo. Cuando los agentes del Grupo de Delitos Telemáticos analizaron su iPhone, descubrieron que López Madrid había entregado previamente su celular a una empresa informática, que borró 678 mensajes de su memoria y 1603 contactos de su agenda.
Pidió ayuda a Granados y Marjaliza
Entre los mensajes borrados que la Guardia Civil consiguió recuperar, se encuentran los dos SMS que, cuatro meses antes, habían alertado a López Madrid sobre la detención de dos de los principales implicados en la trama Púnica. Los agentes no han podido identificar, sin embargo, el número desde el que fueron enviados ambos mensajes.
Como ha informado OKDIARIO, Javier López Madrid pidió ayuda en 2014 a dos de los imputados en la Púnica, Francisco Granados y David Marjaliza, para librarse de la mujer que le había acusado de presunto acoso sexual y amenazas.
En una conversación telefónica interceptada por la Guardia Civil en 2014 por orden del juez Eloy Velasco, el consejero de OHL explica a Granados que “está desesperado por el tema de la denuncia que tiene con esa mujer. Es muy desagradable que tenga que ir a declarar como imputado por ese caso”. Y añade que “desea que la mujer que lo ha denunciado lo pase la mitad de mal que él».
Pocos días después, López Madrid telefoneó a David Marjaliza para exponerle el mismo problema. Según la conversación recogida en el sumario de la Operación Púnica, el empresario habló a su amigo «de una mujer que está loca y ha extorsionado a Javier y a toda su familia. Javier quiere hacérselo cobrar”, indica la transcripción realizada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
Admitió ser el autor de las llamadas de acoso
La doctora Elisa Pinto presentó el 21 de diciembre de 2013 la primera denuncia, que instruye el Juzgado número 39 de Madrid, tras recibir numerosos mensajes y llamadas de acoso.
Pero no mencionó el nombre de López Madrid, como autor de estas amenazas, hasta varios meses después, tras sufrir dos ataques en los que recibió sendas puñaladas de presuntos sicarios (en enero y abril de 2014), que supuestamente pretendían intimidarla para que retirara su denuncia.
Javier López Madrid declaró el pasado mes de octubre ante una Comisaría de la Policía Nacional y admitió ser el titular de la línea telefónica desde la que se realizaron numerosas llamadas a la doctora Elisa Pinto, con mensajes como “quiero oír tus gemidos, doctora“, “me estoy tocando para ti, me estoy abriendo para ti, anoche me corrí para ti”, “no sabes lo excitado que estoy, estoy súper caliente”, “estoy a cien”.
Pese a ello, la Policía Nacional sostiene ahora en sus informes que la doctora Pinto se inventó el acoso, se realizó las llamadas amenazadoras a sí misma e incluso simuló sus lesiones.