Los últimos lapsus de Biden: llamó «Putin» a Zelenski y «el hombre negro» al secretario de Defensa

Joe Biden siempre ha sido conocido en Washington como el bocazas, como le han llamado durante décadas en el Senado, donde ha representado a Delaware durante largos años hasta que se convirtió en vicepresidente con Barack Obama en 2009, tras ganar las elecciones en noviembre de 2008. En cambio, en los últimos meses, se han hecho patentes sus lapsus, debido a su deterioro mental y cognitivo, que su equipo de campaña ha intentado atribuir a su tradicional fama. Sin embargo, no han tragado ni los grandes donantes de campaña, ni los congresistas del Partido Demócrata, ni los artistas de Hollywood, que les han hecho fiestas de recaudación de fondos, ni los votantes. Aquí se puede ver una lista de los últimos grandes lapsus del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cuyo deterioro mental y cognitivo se ha hecho más que innegable en las últimas semanas: ha llamado «Putin» a Zelenski y «el hombre negro» al secretario de Defensa, Lloyd Austin. En el G7, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, tuvo que acudir en su auxilio al encontrarse desorientado.

Debate

El debate de Atlanta (Georgia), se marca en rojo como el peor momento de Biden, donde delante de 50 millones de estadounidenses, se presentó como un hombre que apenas podía articular palabra. Tenía problemas para hablar. Tenía problemas para desgranar las políticas de los demócratas. El debate del 27 de junio se hizo innegable que Biden tiene problemas cognitivos y mentales, lo cual provocó que los donantes demócratas se revolvieran contra Biden y los líderes del partido al sentirse engañados. Apenas pudo hablar durante un debate de 90 minutos. Esta imagen contrastó con la que ofreció Donald Trump, candidato republicano, en el último día de la Convención Nacional Republicana, tras sufrir un atentado. Pronunció discurso de una hora y 32 minutos, el más largo en la historia moderna de Estados Unidos.

Presentar a Zelenski como Putin

Después del desastroso debate, en el Partido Demócrata se encendieron todas las alarmas: a pocos meses de las elecciones no tenían un candidato capaz de enfrentarse a Trump. Biden se enrocó y los siguientes días se convirtieron en una gesta a vida o muerte política para demostrar que estaba bien. Su gran prueba de fuego: la cumbre de la OTAN en Washington, donde volvió a tener un lapsus al presentar al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, como el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en un escenario donde los líderes de la Alianza habían abordado cómo ayudar a Zelenski frente a Putin.

«El hombre negro»

En una entrevista en el canal BET (Black Entertainment TV), durante su campaña para lavar su imagen, Joe Biden volvió a cometer otro gran lapsus: olvidarse de su secretario de Defensa, Lloyd Austin, y referirse a él como «el negro» cuando se jactaba de las oportunidades que había dado a la comunidad afroamericana. Horas después, trascendió que Barack Obama había expresado que debía reconsiderar su futuro, lo que representó un golpe de gracia para el demócrata.

Confundir México con Egipto

Biden estuvo meses intentando asegurar que se encontraba bien. Intentó como pudo asegurar que se encontraba en perfectas condiciones. En cambio, cada vez que intentaba despejar las dudas, surgían más porque cometía más lapsus: como cuando compareció hace para explicar que estaba bien y confundió México, país vecino, con Egipto.

Confundir Canadá con China

Confundir países fue uno de sus errores recurrentes: «Hoy aplaudo a China, por dar un paso al frente, perdón, Canadá», dijo en un discurso en el Parlamento canadiense. Poco después, intentó arreglar el lapsus: «Se puede saber lo que pienso de China. No voy a entrar en eso todavía. Aplaudo a Canadá por dar un paso adelante», quiso corregir al confundir a uno de los grandes aliados de Estados Unidos con su gran rival comercial.

Escaleras del Air Force One

El día en que suspendió en Las Vegas (Nevada), se vio a Biden titubeante con problemas para subir las escaleras del Air Force One, sobre las que le hemos visto tropezar y caerse en gran multitud de ocasiones.