Miles de rumanos salen a la calle para protestar contra las injerencias electorales de Bruselas
La Unión Europea decidió anular unas elecciones democráticas porque el resultado no le gustó
Calin Georgescu, contrario a las políticas globalistas, obtuvo un respaldo de más del 70% del electorado
Thierry Breton, ex comisario europeo: "Lo hicimos en Rumanía y si hace falta lo haremos en Alemania"
Arde Rumanía. Resucitando el espíritu de la revolución de 1989, que llevó a la caída del régimen comunista de Nicolae Ceucescu, miles de ciudadanos han salido a las calles de Bucarest para protestar contra alguien a quien consideraban su aliado, la Unión Europea. Bruselas boicoteó los resultados de las elecciones del pasado mes de diciembre y pretende imponer un gobierno «a la carta». La excusa oficial fue la injerencia rusa en los comicios, pero el excomisario europeo Thierry Breton descubrió el pastel: «Lo hicimos en Rumanía y si es necesario lo haremos de nuevo en Alemania». Muchos lo sospechaban, pero ahora ya tienen la prueba documental que lo demuestra: la democracia no existe en Europa si los resultados no gustan en Bruselas.
Más del 70% de votantes apoyaron el pasado 24 de noviembre, en la primera ronda de las elecciones rumanas, a Calin Georgescu, un candidato de 62 años salido de la alianza de varios partidos de derecha, pero la Unión Europea consideró que no era el candidato que debía gobernar en el país de los Cárpatos y forzó al Tribunal Constitucional rumano a anular los comicios afirmando que había detectado «graves irregularidades en los resultados» y dando a entender que Rusia había manipulado los votos.
En realidad lo que pasa es que prefiere al globalista Klaus Iohannis, mucho más afín a las directrices de Bruselas y, en consecuencia, menos combativo. Es la primera vez que sucede algo así, a cara descubierta, en un país afiliado a la OTAN. Por eso miles de rumanos llevan días desafiando el gélido invierno centreuropeo para salir a la calle a expresar su indignación mientras se señala la fecha del 4 de mayo como la más probable para repetir el sufragio. Un sufragio cuya legalidad está en el alambre.
Los medios oficialistas no tardaron en sacar el comodín de Putin para justificar la decisión, pero la farsa les duró poco. El excomisario europeo de Mercado Interior Thierry Breton destapó el fraude con unas declaraciones tan inoportunas como reveladoras. Breton se dejó llevar el pasado jueves cuando fue preguntado en la emisora francesa LCI por la entrevista que Elon Musk planeaba efectuar con la candidata de Alternativa por Alemania (AfD) a través de su red social X: «Lo hemos hecho en Rumanía y si es necesario volveremos a hacerlo en Alemania». Semejante indiscreción es un reconocimiento tácito a lo que muchos llevan tiempo sospechando: Bruselas interfiere directamente en procesos democráticos.
El ex comisario europeo ThierryBreton admite que la UE tiene mecanismos para anular victorias electorales:
“Lo hicimos en Rumanía y obviamente lo haremos en Alemania si es necesario”.
Solo vale la democracia si salen los resultados que les gusta a ellospic.twitter.com/5zB9Cq3Bb9
— Sr.Liberal (@SrLiberal) January 10, 2025
La situación extraordinaria que se vive en Rumanía va a marcar un antes y un después en la legalidad de los procesos electorales europeos. Bruselas ha cruzado una línea prohibida que no sirve sino para reforzar las políticas liberales de Elon Musk, que sigue con la mirada fija en la política continental. Con miles de personas desfilando el pasado domingo hacia el Palacio Cotroceni, residencia oficial del presidente del Gobierno, nadie sabe lo que puede suceder, pero la indignación exhuda las calles y trasciende las urnas. Está en juego mucho más que unas elecciones.