‘First Dates’: Una comensal confiesa su táctica infalible para ligar

Una noche más, Cuatro acogió un nuevo programa de ‘First Dates’, el dating show más famoso de la televisión en el que acuden personas en busca del amor al restaurante conducido por Carlos Sobera. Como en la vida real, hay citas que salen bien y citas que salen mal, pero lo que no falla y siempre nos sorprenden son comensales peculiares que dan que hablar, en el caso del programa de este martes, una comensal con unos gustos un tan

La Nochebuena ya está aquí y ‘First Dates’ no quiso dejar la oportunidad de celebrar la navidad en su restaurante con un especial de citas, pero esta vez a ciegas de verdad. Lo curioso de este especial de Navidad, es que los comensales no pudieron ver a su cita durante toda la velada, pues llevaban unos antifaces que les impedían verse.

Una de las mesas protagonistas de la noche fue la que ocupaban Saray y Enrique, que en unas fechas tan señaladas acudieron al programa en busca del amor, aunque con dos ideas muy diferentes sobre la concepción del amor.

David, un joven de Barcelona, fue el primero en llegar al restaurante, y se presentó como un chico que “Dentro llevo un niño que cuando voy con mis amigos de confianza sale a disfrutar de la vida. Pero en el amor, me va flojo».

A David el amor de momento no le había sonreído y así lo hizo saber: “Me iba a casar con mi novia, con la que llevaba tres años, pero al final, con la fecha puesta y todo, me vine un poco abajo, entré en una especie de depresión y vi que no iba a ser ella. La quería a muerte y me costó muchísimo tomar esa decisión”.

Tras la introducción sobre su vida amorosa, Carlos Sobera entregó un antifaz al joven y le aconsejó que para conquistar a su cita tenía que ser él mismo.

En ese momento llegó Saray, una persona muy fría que confesó que “No me considero una chica simpática, es más, me califico como borde porque cuando conozco a alguien me gusta serlo y caerle mal».

“No me gusta que me toquen, me besen ni nada. Prefiero ser yo la que dé el primer paso. Pero pasado un tiempo, si ese chico me gusta de verdad, al final termino siendo yo la que da más y la que se enchocha un montón por esa persona” explicó.

Durante la cena, ambos tuvieron una gran conexión a pesar de no verse las caras, no les faltó tema de conversación en ningún momento. Al final de la cita, Enrique quiso volver a tener una cita con ella y explicó que “me gustaría poder ir al karaoke, a bailar y a muchas de las cosas que compartimos”, mientras que la joven de Tarragona, coincidió con Enrique y expresó que también le gustaría volver a tener una cita con el: “Me ha caído muy bien, parece un chico muy simpático. A ver en qué más podemos coincidir”.