La policía alemana está en alerta roja por un posible enfrentamiento en semifinales entre Inglaterra y Turquía por las aficiones. Ambas selecciones se encuentran ahora mismo en cuartos de final de la Eurocopa y en caso de ganar sus respectivos enfrentamientos ante Suiza y Holanda, se verían en la siguiente ronda en un partido que se disputaría en Dortmund, una localidad que cuenta con una gran población turca.

Los ingleses son favoritos para ganar la Eurocopa, pero ya sufrieron contra Eslovenia y de seguir en la misma línea podrían caer en cuartos contra Suiza. Pero esto es el cuento de la lechera. La realidad es que los de Southgate son favoritos en ese enfrentamiento, mientras que los turcos lo tendrán más difícil. La selección que lidera Arda Güler se las verá con una Holanda que reaccionó en octavos firmando una gran actuación, después de una mala fase de grupos en la que pasaron como mejor tercera.

Pero, en caso de que los otomanos den la campanada y se citen con Inglaterra en semifinales, la policía alemana teme que este enfrentamiento pueda generar problemas como sucedió en el pasado y está valorando declarar el encuentro de alto riesgo. En tal caso, el jefe de policía de Dortmund, Ralf Ziegler, prepararía un gran operativo de seguridad para prevenir incidentes.

La noticia adelantada por el Daily Star asegura que se cancelarían las licencias policiales y, además, incorporarían a policías ingleses de observadores para controlar a los hoolingans conocidos. A nivel deportivo, Inglaterra no tiene ninguna rivalidad con Turquía. El problema está en los aficionados y viene de años atrás.

Ingleses y turcos, una historia de odio mutuo

Ingleses y turcos tiene una larga historia de odio mutuo que se remonta al año 2000, cuando dos aficionados del Leeds United fueron asesinados a puñaladas en Estambul justo antes de la semifinal de la Copa de la UEFA contra el Galatasaray. Los turcos se impusieron por 2-0 en aquel encuentro y se clasificarían para la final tras empatar a dos en el partido de vuelta en Inglaterra.

Un mes después, justo antes de la final contra el Arsenal, los hooligans ingleses y los ultras turcos se enfrentaron en una violenta batalla campal en Copenhague. La conocida como ‘Batalla de Copenhague’ terminó con cuatro apuñalados en los enfrentamientos entre seguidores de Arsenal y Galatasaray, aunque también participaron aficionados de otros clubes. Se considera que aquella pelea fue parte de una represalia por el asesinato de los dos hinchas del Leeds a manos de los turcos el mes anterior.

Las escaramuzas comenzaron por la mañana temprano en un bar, que terminaron con el apuñalamiento de un seguidor del Arsenal. Más tarde, los hooligans británicos atacaron a los turcos por la espalda en el lugar donde se encontraban concentrados antes del partido en busca de venganza. La policía no pudo hacer nada para controlar la batalla, que terminó con 19 heridos, incluidos cuatro apuñalamientos, y 60 arrestos.

Esta pelea empañó el intento de Inglaterra de convencer a la FIFA para acoger el Mundial de 2006. De hecho, el organismo amenazó con expulsar a los equipos nacionales de fútbol de todas sus competiciones por esta violenta reyerta. Es por eso que las autoridades alemanas temen un enfrentamiento entre Inglaterra y Turquía en semifinales de la Eurocopa, y ya están preparando el dispositivo de seguridad por si se da el choque.