Sánchez sabe que más de la mitad de los casos son asintomáticos pero su plan de aeropuertos no los detecta
El Ministerio de Sanidad es conocedor de que más de la mitad de los casos confirmados de coronavirus no presentan ningún síntoma. Son los llamados asintomáticos, el colectivo más temido por su silencioso potencial propagador. Sin embargo, su criticado plan para los aeropuertos españoles no contempla ninguna medida que permita detectarlos. Ese protocolo se limita a un cuestionario, una medición de temperatura y un control visual.
Que Sanidad es consciente de la importante proporción de asintomáticos lo confirman los propios gráficos que el Ministerio incorpora en sus balances diarios. En ellos, se distingue entre pacientes que manifiestan síntomas y los que no. Y el resultado es que más de la mitad de los contagiados no revelan ningún indicio de la enfermedad.
El riesgo de expansión de la enfermedad a partir de estos infectados lo reconoce incluso Sanidad en sus informes técnicos sobre el virus. Como publicó OKDIARIO, en un dossier fechado el 2 de junio se admite que la proporción de transmisión a partir de casos presintomáticos llega al 62%.
El documento, ‘Información científico-técnica de la enfermedad por coronavirus Covid-19’, desarrolla también una detallada información sobre la incubación, concluyendo que puede durar de 5 a 6 días, durante los cuales lo habitual es que no aparezca ningún síntoma. Además, el 97,5% de los casos sintomáticos se desarrollan en los 11,5 días siguientes a la exposición al virus. Es decir, en este tiempo, los controles ahora implantados en Barajas no detectarían a los posibles contagiados y, en consecuencia, no serían capaces de atajar el riesgo de propagación. El informe reconoce además que «la transmisión de la infección comienza 1-2 días antes del inicio de síntomas».
Pese a esa evidencias, el Gobierno sigue rechazando exigir una prueba PCR en origen a los turistas que entren en España a través de los aeropuertos o por otra vía. Desde el 1 de julio, las fronteras exteriores de la UE han quedado abiertas, lo que significa que podrán acceder ciudadanos de países tan diversos como Australia, Argelia, Canadá, Corea del Sur, Georgia, Japón, Montenegro, Marruecos, Nueva Zelanda, Serbia, Tailandia, Túnez, Uruguay, China y Ruanda.
Las medidas que contempla el protocolo español en los aeropuertos se limitan a un formulario electrónico y código QR, que permitirá el rastreo del pasajero y de sus contactos en caso de que, una vez en España, se confirme que es positivo; un control de temperatura con termómetros sin contacto o cámaras termográficas y un control visual.
37,5º de fiebre
En el caso de la medición de temperatura, se considerará que es un caso de estudio si ésta es igual o superior a 37,5º. Para el control visual no se especifican qué datos se estimarán relevantes. Si el caso es sospechoso, se realizará una evaluación sanitaria y, si se considera conveniente, se activará el procotolo en coordinación con las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas.
El control en los aeropuertos resulta, a la vista de la enorme proporción de asintomáticos, totalmente deficiente. Aún en el caso de sintomáticos, la medición de temperatura puede no ser útil, ya que la fiebre se podría encubrir con la toma de fármacos.
Así lo avisa la Unión Europea (UE), a través del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), la agencia sanitaria de la que precisamente Fernando Simón es asesor.
En un informe fechado el 20 de mayo -y que reveló este periódico- se desacreditan las «inspecciones de entrada», como las implantadas por el Gobierno español, porque «no están respaldadas por la evidencia como una medida efectiva para prevenir la transmisión».
Sobre el control de temperatura, por ejemplo, el organismo sanitario europeo advierte que «una proporción de la transmisión ocurre antes del inicio de los síntomas» y «un número relativamente grande de casos está en fase de incubación cuando viaja», lo que provocaría que no fuesen detectados. Es más: señala que un 75% de los casos desarrollan los síntomas entre los 4 y 7 días posteriores al contagio.