Sánchez enterrará por la fuerza a Franco en El Pardo si la familia no ofrece alternativas a La Almudena
Pedro Sánchez ha dado este pasado viernes un ultimátum de 15 días a la familia Franco para que elija destino -salvo La Almudena- para los restos del dictador. Si la familia no se pliega a los deseos del aún presidente del Gobierno, Sánchez inhumará los restos donde él quiera. Y ya ha elegido: El Pardo.
El Gobierno argumentará para enterrarlo en El Pardo que es el sitio donde se encuentra la mujer de Franco, Carmen Polo. Y que si la familia nunca ha planteado problemas para que esté allí su abuela, no debería plantearlos para que este su abuelo. Pero hay un pequeño problema en esa argumentación. Y es que no es la decisión de la familia. Y por muchos razonamientos que hagan desde Moncloa, es la familia la que tiene que hacerlos y expresarlos. Y hasta que eso no ocurra, no hay consentimiento para nada salvo para llevar los restos del dictador a La Almudena.
El cementerio de El Pardo tiene el nombre de Mingorrubio. Allí se encuentra no sólo la mujer de Franco, sino también Carlos Arias Navarro, Luis Carrero Blanco, y ministros de Franco como Pablo Martín Alonso (Ejército) o Demetrio Carceller (Industria).
Los restos de Carmen Polo, la esposa de Franco, descansan en este cementerio en un panteón privado justo a su entrada. Llegando hacia su tumba, de hecho, se pueden ver las de Francisco Franco Salgado-Araujo o Carlos Iniesta Cano (el que fuera director de la Guardia Civil).
Ese, de hecho, será otro de los argumentos que se filtre. Que el comentario de Mingorrubio ha sido el sitio elegido por muchos de los fueran hombres fuertes del franquismo. Aunque, de nuevo, ese argumento vuelve a tener otro problema: si el Valle de los Caídos es considerado un monumento al franquismo, ¿no lo será otro comentario donde descansan los resto de buena parte de sus figuras clave?.
Moncloa prepara los detalles
Moncloa ha preparado ya hasta el último detalle de esta inhumación. Y es que ha comprobado ya y reservado el espacio para poder llevar a cabo la inhumación, de forma que no se pueda argumentar que no hay espacio disponible para un tumba más. Moncloa pretende, de esta manera, proceder a trasladar el cuerpo del dictador allí y, si posteriormente es la familia la que quiere reagrupar a Carmen Polo y a Francisco Franco en el panteón, eso ya será problema de los nietos.
Hay que recordar que el Gobierno ha aprobado este pasado viernes -y justo después de anunciar el fin de la legislatura y la convocatoria de elecciones para el 28-A- el «acuerdo motivado» que pone fecha definitiva a la exhumación del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos.
El Ejecutivo socialista se concedió mediante “acuerdo motivado” la potestad de decidir “unilateralmente” en un plazo máximo de 15 días la nueva ubicación elegida para los restos del dictador, ante el rechazo frontal de la familia a ofrecer un sepulcro alternativo a la madrileña catedral de La Almudena.
La batalla está servida y la familia piensa agotar todos los recursos judiciales para bloquear el deseo de Sánchez de sacar a su abuelo del Valle de los Caídos. Y, además, para impedir que lleven sus restos a La Almudena como alternativa, templo donde los Franco disponen de un nicho adquirido en propiedad.
Pero Pedro Sánchez se ha empeñado en volver a utilizar, una vez más, a Franco con fines electorales. En esta ocasión para convertirlo -ese es su objetivo- en el principal acto de campaña de las elecciones anticipadas.
Se trata de la misma promesa que hizo Sánchez nada más llegar al poder. La misma que ha repetido en innumerables ocasiones en la breve legislatura del presidente socialista. Y la misma que ha vuelto a aparecer este pasado viernes en el Consejo de Ministros ordinario. Porque Sánchez quiere forzar este debate en plena campaña electoral.
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