Prófugos, malversadores, golpistas y condenados por terrorismo: los negociadores para investir a Sánchez
Prófugos, malversadores, golpistas y condenados por terrorismo tienen la llave para sacar adelante un Gobierno de España liderado por Pedro Sánchez. El secretario general del PSOE está abierto a pactar con todos. Sin tiempo que perder, ha ninguneado la figura de Alberto Núñez Feijóo, ganador de las elecciones, y ha anunciado a los cuatro vientos que piensa ser investido presidente del Ejecutivo. Para ello, y después de que el recuento del voto CERA arrebatara a los socialistas un escaño, Pedro Sánchez necesita el sí explícito de Puigdemont para consumar su investidura. Pero éste no será el único escollo que deba salvar el líder del PSOE. Todos los partidos que pretenden formar parte de la enrevesada coalición, reeditando así un gobierno frankenstein, tratarán de sonsacar lo máximo posible al todavía presidente de España.
Las negociaciones no serán sencillas ni cómodas. Sobre todo, si se tiene en cuenta que los equipos designados para esta tarea recogen perfiles tan incómodos para el constitucionalismo como Carles Puigdemont, Jordi Turull, Gabriel Rufián, Marta Rovira, Josep María Jové o Mertxe Aizpurua. Frente al equipo negociador del PSOE, que pretende llevar de nuevo a Sánchez hasta la Moncloa, habrá varios prófugos, condenados por malversación, sedición o terrorismo y algunas de las cabezas que, presuntamente, perpetraron el procés.
Ahora mismo, todo hace indicar que el sí de Junts es el voto que más caro le puede costar al PSOE. Hasta el pasado viernes, Pedro Sánchez sólo necesitaba la abstención de fugado Puigdemont, ya que la suma del partido socialista con Yolanda Díaz, Bildu, PNV, ERC y BNG se situaba en los 172 escaños, uno más que los parlamentarios del bloque de la derecha (171). El voto emitido desde el extranjero, conocido como CERA, permitió a Alberto Núñez Feijóo sumar un representante más en la circunscripción de Madrid, en detrimento del PSOE. De esta manera, PP, Vox, UPN y CC se van hasta los 172 escaños y podrían bloquear la investidura de Sánchez en caso de que Junts no dé su apoyo al candidato socialista.
Puigdemont, por el momento, se ha mostrado especialmente crítico con Pedro Sánchez. Le ha acusado de mentiroso, «es alguien a quien no le comprarías un coche de segunda mano», y ha anunciado que no le hará presidente de España. Ante este escenario, Junts no dudará en poner sobre la mesa una petición de referéndum, así como la amnistía de 4.000 presos relacionados con el procés, entre otras tantas reivindicaciones. Otro de los negociadores de Junts más complicados con los que se tendrá que entender el PSOE es el de Jordi Turull. En marzo de 2018, entró en prisión al ser condenado por rebelión, sedición y malversación tras la celebración del referéndum ilegal de independencia celebrado el 1 de octubre. En 2021, fue indultado por el actual Gobierno en funciones.
ERC y Bildu
Esquerra y Bildu mantienen una estrecha relación de entendimiento y colaboración. Sin ir más lejos, ambas formaciones han concurrido juntas al Senado. Una buena sintonía que pretenden contagiar al PSOE para hacer que la legislatura eche a andar con sus reivindicaciones asumidas por Sánchez.
ERC contará entre su equipo negociador con perfiles como el de Marta Rovira y el de Josep María Jové. Rovira huyó a Suiza tras no presentarse ante la citación del Tribunal Supremo. El mismo día en el que la secretaria general de Esquerra se fugó de España, el juez Llarena activó una orden de detención europea e internacional, y una demanda de extradición contra Rovira, que se añadía a las reactivadas contra Carles Puigdemont, Antoni Comín, Lluís Puig, Meritxell Serret y Clara Ponsatí.
Josep María Jové será otro de los encargados de negociar, en nombre de ERC, la investidura de Pedro Sánchez. Es presidente del Consejo Nacional de Esquerra y fue secretario general de la Consejería de Economía y Hacienda de la Generalidad de Cataluña. Durante las pesquisas del 1-O, la Policía encontró un informe atribuido a Jové. En él, se desarrollaban cuatro posibles escenarios para la declaración de independencia. Además, tal y como argumentó la acusación, la libreta Moleskine de Jové es una prueba trascendental en la causa que se continúa en el Tribunal Supremo contra el ex Govern por un presunto delito de rebelión. En este pequeño cuaderno, Josep María Jové anotó todas y cada una de las reuniones celebradas para poner en marcha un proceso que culminara con la independencia de Cataluña.
Bildu, al igual que el PSOE, ha anunciado que se acoge a una estrategia de «discreción» para abordar y desarrollar todas las reuniones que sean necesarias para alcanzar un acuerdo de investidura con Sánchez al frente. La formación abertzale se ha negado a facilitar su equipo negociador, pero nombres como el de Mertxe Aizpurua aparece en todas las quinielas. La portavoz de Bildu en el Congreso ha sido la única que ha deslizado cómo se están abordando las conversaciones con el PSOE. Un perfil también polémico que podría ser clave para el devenir de las negociaciones.
Aizpurúa fue condenada a un año de cárcel en 1984 por enaltecer el terrorismo. La sentencia llegó después de que publicara un editorial titulado «Por los gudaris de ayer y de hoy». Además, acompañó este texto de una entrevista con el hermano de un terrorista fallecido mientras manipulaba una bomba en Tafalla (Navarra). Aizpurua no abandonó el activismo a pesar de la condena. Más tarde, fundó el diario Gara, periódico apegado al entorno de ETA.