Navarra asume la competencia exclusiva de tráfico: otro paso para echar a la Guardia Civil

Guardia Civil tráfico Navarra
La Policía Foral de Navarra en un control.
Juanan Jiménez
  • Juanan Jiménez
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Uno de los planes de nacionalistas e independentistas es echar a la Guardia Civil de Navarra y una de las competencias que tenía asumida, la de Tráfico, desde hoy pasa a depender de la Policía Foral. Se espera que el Gobierno de Navarra tenga lista para el último cuatrimestre la pasarela para que los agentes de la Benemérita que lo deseen se incorporen a la policía autonómica, algo a lo que Bildu se ha opuesto.

Navarra ha asumido oficialmente este sábado 1 de julio las competencias exclusivas de Tráfico y Seguridad Vial, un proceso que se prolongará durante varios años y en el que la Policía Foral asumirá mayor protagonismo con nuevas competencias hasta ahora ejercidas junto a la Guardia Civil.

El Gobierno de Navarra espera tener lista para el último cuatrimestre del año la «pasarela» para que los agentes de la Guardia Civil de Tráfico puedan solicitar su integración en la Policía Foral, con el objetivo de que se incorporen en 2024.

Cuando se conozca cuántos guardias civiles de Tráfico solicitan su incorporación a la Policía Foral, se convocará una OPE para completar un total de 149 nuevos efectivos, que se sumarán a los 227 con los que cuenta en la actualidad el área de Tráfico y Seguridad Vial. Los agentes de la Guardia Civil que no quieran seguir en Tráfico podrán integrarse en la Policía Foral en otras unidades del cuerpo autonómico.

El acuerdo con el Estado recoge diez funciones y servicios que se traspasan a la Comunidad Foral: gestión de sanciones, gestión de autoescuelas y centros de reconocimiento de conductores, cursos de reeducación y recuperación de puntos, campañas de educación y formación vial, vigilancia y control de carreteras, pruebas deportivas o autorización de eventos con vehículos históricos.

El documento establece un período de implementación progresiva y un régimen transitorio, a fin de garantizar la asunción plena, progresiva y adecuada por parte de la Comunidad Foral.

Así, el despliegue de los agentes de Policía Foral para la vigilancia y control del tráfico se irá produciendo de manera progresiva en el plazo máximo de cuatro años. Tras ese periodo, la Policía Foral pasará a asumir las labores de vigilancia y control de carreteras en exclusiva de forma definitiva en la misma situación que actualmente disponen País Vasco y Cataluña.

Veto de Bildu

Los proetarras de Bildu se han opuesto siempre a la integración de los guardias civiles de tráfico en la Policía Foral. Los consideran un cuerpo «militar» de ahí que no quieran su presencia en una policía autonómica que aspiran a controlar. Es más, la socialista María Chivite sabe que sin el apoyo de Bildu no gobernará en Navarra, por lo que habrá una serie de contrapartidas y se espera que una de ellas sea, precisamente, la expulsión total de la Guardia Civil.

El Gobierno de Sánchez, el mismo que en 2015 prometió que no pactaría con Bildu y que si fuese necesario lo repetiría «20 veces», pactó con Bildu la salida de Navarra de los guardias civiles de Tráfico de Navarra. Lo hizo sin firmar informe técnico alguno que lo avale. Y pese a lo que se ha venido defendiendo hasta ahora desde Interior, la pasarela de agentes de la Guardia Civil a la Policía Foral es poco menos que ciencia ficción, tal y como denuncian algunos de los 220 afectados.

La negociación del Gobierno con Bildu, y también con el PNV, comenzaron en 2019. También participó el ejecutivo regional de María Chivite, aunque en este caso como mera correa de transmisión de las consignas que llegaba de Moncloa y de Interior. Se llegó a un pacto: los guardias de Tráfico dejarían de prestar servicio en Navarra y, a cambio, los agentes que quisieran pasarían a formar parte de la Policía Foral y a trabajar en esa unidad de nueva creación.

Pero el plan de los abertzales era diferente: la salida de la Guardia Civil de Tráfico de Navarra también debería implicar a los propios agentes. Nada de «pasarelas». El sindicato mayoritario en la Policía Foral, Eusko Langileen Alkartasuna (ELA), se cerró en banda cuando, a finales de 2021, vieron en los presupuestos navarros una disposición adicional en la que se facultaba al Gobierno de Chivite para articular -y dotar de presupuesto- esa pasarela.

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