La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se llevó este sábado una monumental pitada durante el pregón de la fiesta mayor del barrio de Gràcia. Los vecinos evitaron que pudiera hablar con normalidad para poder presentar al pregonero, que no era otro que el presidente de Òmnium Cultural, el golpista Jordi Cuixart.
La alcaldesa tuvo que interrumpir en varias ocasiones sus palabras ante el abucheo vecinal que la vuelve a retratar como gestora municipal. Los vecinos reaccionaban así de manera improvisada a una gestión que no parece saber atajar la sucesión de problemas que atraviesa la ciudad.
El mal trago de Ada Colau creció aún más cuando, ante los pitidos, salió en su defensa el pregonero, Jordi Cuixart, al quitarle el micrófono y reprender los pitidos. Colau no pudo reprimir las lágrimas.
Durante meses han sido muchas las críticas que ha recibido la alcaldesa de Barcelona por sus actuaciones ante la pandemia del Covid. Cataluña y también especialmente Barcelona, no ha sabido aplicar medidas que detengan la sangría de cierres de hostelería, acuciados por sus improvisadas medidas.