El líder de las protestas frente al casoplón: «Iglesias me quiere meter 14 años en la cárcel pero no me intimida»
Miguel Frontera es vecino de Galapagar. Autónomo y al frente de un bar que, de momento, no ha tenido que echar el cierre permanente. Es padre de dos menores. Ellos, confiesa, son el motor por el que lucha a contracorriente.
Casi todos los días, Miguel Frontera acude frente al ‘casoplón’ de Pablo Iglesias e Irene Montero en la urbanización La Navata de Galapagar. Con una bandera de España y el himno en su teléfono móvil, protesta para que se tomen soluciones lo más rápido posible. «España se va a convertir en Venezuela, esta gente nos va a llevar a la ruina. Muchas personas que trabajamos en hostelería y turismos estamos muertos de miedo», relata a OKDIARIO.
Ésta es la razón por la que, junto a otros vecinos, se vienen concentrando desde hace tiempo frente al chalet del vicepresidente segundo. Piden su dimisión y gritan «¡Viva España!» y «¡Viva el Rey!», pero lo hacen de una manera pacífica, sin verter insultos sobre los políticos.
Querella de Iglesias
Pese a ello, este autónomo ha sido señalado públicamente por el líder de Podemos. Iglesias se ha querellado contra él por la supuesta comisión de seis delitos: acoso, coacción, descubrimiento y revelación de secretos, desobediencia a la autoridad, alteración del orden público y contra los recursos naturales y el medio ambiente. La condena oscila entre los dos años y nueve meses, en el grado más bajo de cada una de los ilícitos, y los 14 años de prisión como máximo.
Miguel Frontera asegura que no tiene miedo porque no ha hecho nada ilegal en Galapagar. Y advierte de que no cesará su protesta. Mira el reloj y asegura: «En unas horas estaré allí de nuevo». Y es que –continúa– «si Iglesias cree que por ponerme una querella me está intimidando, lo lleva claro». «Consigue justo el efecto contrario», puntualiza.
No le intimidan
La Guardia Civil detuvo a este vecino por grabar al líder de Podemos en el interior de su vivienda, coincidiendo con la hecatombe electoral del partido en Galicia y el País Vasco. No fue buen día para el vicepresidente del Gobierno y pagaron el plato los ciudadanos que cada día se reúnen frente a su chalet para protestar por la gestión del Gobierno durante la crisis del coronavirus.
A las 21:00 horas del 12-J, Frontera se encontraba en las inmediaciones de la vivienda, concretamente por la parte trasera. Se desplazó hasta allí porque, según contó a este periódico, en los últimos días los agentes de la Benemérita «habían bajado la presión». Especialmente, después de retener a dos vecinas (Claudina y Asunción) y que la juez decidiera sobreseer el caso al considerar que la vía judicial no era la adecuada.
Subido a una roca, Miguel comenzó a grabar la parte trasera del ‘casoplón’ –que tantas veces ha salido en medios de comunicación– mientras detallaba el lugar en el que se encontraba. Sorprendentemente, el líder de Podemos salió al porche de su casa y se asomó a su inmenso jardín. Inmediatamente, dejó de grabar.
Este vecino fue detenido por un supuesto delito de revelación de secretos por grabar al vicepresidente en el chalet durante la noche electoral. Fue llevado al cuartel de la Guardia Civil de este municipio madrileño y no fue puesto en libertad hasta pasadas las 2:00 de la madrugada. Los agentes incautaron su teléfono. Un mes después, no se lo han devuelto.
Tras el incidente, Iglesias señaló públicamente a este ciudadano ante los medios de comunicación y le acusó de ser un «instigador». Anunció también que se había querellado contra él.
«Que el vicepresidente del Gobierno se querelle contra ti no es ninguna broma»
Frontera confiesa que se siente preocupado ante esta situación. «Que el vicepresidente del Gobierno se querelle contra ti no es ninguna broma», manifiesta. Sin embargo, sus abogados suponen para él un aliento en esta dura batalla. Desde el punto de vista legal le han transmitido que esté tranquilo porque los delitos que se le imputan no tienen recorrido judicial en esta causa. Pese a ello, quien le ataca, subraya, es un alto cargo del Ejecutivo y esto, al final, le genera temor, incertidumbre y algo de miedo.
Si pudiera pedirle algo al líder de Podemos, este vecino lo tiene claro: «Le diría que saliera con una bandeja de galletas y cafés y se las ofreciera a los guardias civiles que escoltan su casa y que les pidiese perdón por todas las barbaridades que ha dicho sobre ellos». Recuerda que el secretario general de Podemos acusó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de ser «matones al servicio de los ricos» y dijo que se emocionaba «cuando le daban patadas a los antidisturbios». Indignado manifiesta: «¡Y ahora tiene 40 guardias civiles protegiéndole!»
Denuncian a Iglesias
Frontera no es el único vecino que ha sido denunciado por protestar ante el casoplón. Las vecinas Claudina y Asunción tuvieron que enfrentarse a un juicio rápido por caminar cerca del chalet de Iglesias-Montero. «Esto es propio de las dictaduras», manifestó a OKDIARIO una de las imputadas. Finalmente, la juez decidió sobreseer la causa y todo quedó en un susto.
La ministra de Igualdad se querelló también por supuestos delitos de acoso y coacciones contra la concejal de Vox en Galapagar, Cristina Gómez, por asistir a las caceroladas. Otra juez archivó esta causa.
Ahora los vecinos han decidido denunciar ellos al vicepresidente del Gobierno por dos delitos: denuncia falsa y coacciones.